Alianza, Honduras. – Dieciséis comunidades permanecen completamente incomunicadas en el municipio de Alianza, departamento de Valle, debido a las severas inundaciones provocadas por el desbordamiento del río Goascorán, una crisis que según el alcalde Faustino Manzanares «se repite todos los años» y mantiene a la población «de rodillas» ante la falta de soluciones permanentes.
«La misma situación se repite en nuestro municipio. Dieciséis comunidades incomunicadas en todo el sector de la Costa de los Amates y la comunidad del Cubulero inundada en la parte baja», expresó Manzanares, quien destacó que este fenómeno se ha vuelto recurrente durante cada temporada lluviosa, causando daños constantes en cultivos, viviendas y vías de acceso.
El edil explicó que el problema se agrava por la formación de un nuevo brazo del río Goascorán, advirtiendo que «si no se le pone mano para hacer obras de mitigación, vamos a seguir en la misma situación todos los años». Según el alcalde, el municipio de Alianza es considerado el más vulnerable del departamento de Valle, lo que hace imperativa la intervención gubernamental.
La alcaldía ya ha realizado gestiones para obtener estudios técnicos que definan las acciones necesarias para reducir el impacto de las crecidas, explorando «posibilidades reales que maneja el Gobierno o el Estado para hacer las obras de mitigación».
Entre las propuestas planteadas se encuentran el dragado de un kilómetro y medio del cauce natural, la construcción de un dique en la zona del Calpules y la limpieza de la acumulación de tierra arrastrada por el río.
Esta emergencia en Alianza se suma a la situación crítica que enfrenta el vecino departamento de Choluteca, donde las intensas lluvias del domingo provocaron inundaciones en diversos sectores. Las autoridades reportaron que equipos del Cuerpo de Bomberos, junto con familiares, continúan la búsqueda de un hombre desaparecido en Namasigüe a consecuencia de las precipitaciones.
La temporada de lluvias sigue generando estragos en la zona sur del país, mientras las comunidades afectadas esperan respuestas concretas que vayan más allá de la atención inmediata a la emergencia.




