Tegucigalpa – San Pedro Sula enfrenta una crisis que amenaza con agravarse por la combinación letal de un nuevo frente frío y los estragos aún latentes de la tormenta tropical Sara.
«Estamos al borde de una emergencia mayor», advirtió el alcalde Roberto Contreras, quien proyecta que hasta 20 mil personas podrían quedar incomunicadas si las lluvias persisten.
La situación es particularmente crítica en el sector de Jucutuma, donde pese a los cierres viales preventivos, los ciudadanos continúan arriesgándose al transitar por calles anegadas.
Las medidas de contingencia, que incluyen el cierre de importantes arterias viales en Flor de Cuba y Los Paraísos, han impactado ya a once colonias aledañas.
«No se trata de restricciones arbitrarias, sino de prevención», explicó Contreras, quien ha promovido el teletrabajo como alternativa para reducir la movilidad en zonas de riesgo.
La municipalidad cuenta con un fondo de emergencia de 300 millones de lempiras, gracias al cumplimiento de las transferencias gubernamentales.
Sin embargo, el alcalde señaló con frustración un problema de fondo que ha exacerbado la crisis: la falta de cultura ciudadana en el manejo de desechos.
«Es indignante que después de invertir 30 millones de lempiras en la limpieza de la ciudad, la irresponsabilidad de algunos al desechar basura haya provocado el colapso de los sistemas de drenaje», lamentó Contreras, calificando como «chanchos» a quienes contribuyen a esta problemática.
La ciudad industrial se encuentra en una encrucijada donde la naturaleza y la negligencia humana han creado una tormenta perfecta, amenazando con paralizar la vida de miles de sampedranos si no se toman medidas inmediatas y la población no coopera con las disposiciones municipales.