Tegucigalpa – El gerente de la Federación Nacional de Instituciones Educativas Privadas de Honduras (Fenieph) Carlos Sabillón dijo que el 40% de las escuelas ya imparte clases semipresenciales sin ningún problema.
-Cierre de centros le causa un daño terrible a la niñez, dice Carlos Sabillón
En cadena de radio y televisión el ministro de Educación, Arnaldo Bueso, autorizó el retorno semipresencial y voluntario a clases en algunos centros educativos de 154 municipios de Honduras donde el contagio del COVID-19 es muy bajo o la pandemia está controlada.
En el sector privado las clases empezarán el 16 de agosto porque va adelantado en ese proceso desde hace un tiempo y en el público el 26 de agosto.
El magisterio ha puesto como condición para volver a las aulas semipresenciales, que se vacunen a todos los docentes, personal administrativo de los centros educativos y alumnos a fin de evitar un contagio masivo.
Sabillón dijo que “esos centros educativos rurales están trabajando de esa forma híbrida sin permiso del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) y de ninguna autoridad”.
“La misma comunidad, los padres de familia y las autoridades locales se han puesto de acuerdo e incluso un sacerdote en Santa Cruz de Yojoa, Cortés, con las escuelas de la parroquia está atendiendo a los alumnos de esa manera”, aseguró.
“Nosotros mismos hemos participado en las reuniones con las autoridades y ahí se ha establecido que todo será voluntario y a nadie se le obligará asistir a clases”, sentenció.
“El padre de familia tendrá que autorizar si envía a su hijo, además otra de las condiciones es que todo el personal del centro educativo deberá estar vacunado con doble dosis”, puntualizó el dirigente.
Reconoció que “la situación de Honduras es realmente calamitosa, antes de la pandemia teníamos un atraso terrible y ahora los índices negativos en la enseñanza se han duplicado”.
Asimismo, admitió que “son pocos los países en el mundo que no han abierto las escuelas, en América Latina son ocho, uno de ellos es Honduras, por lo que el daño que le estamos haciendo a la juventud es enorme”.
600 millones de niños no están recibiendo clases en el mundo a causa de la pandemia, según Unicef
