Tegucigalpa. – De qué les sirve a los extraditados haber acumulado riqueza si al final terminan presos en Estados Unidos, señaló el cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga durante la homilía celebrada este domingo en la iglesia catedral San Miguel Arcángel de Tegucigalpa, donde reiteró que no hay que seguir castigando a la población con tanto aumento a la tarifa de la energía eléctrica.
En una parte de la homilía, el religioso manifestó que “ojalá que los responsables de esa injusticia que está ocurriendo con las tarifas de la empresa eléctrica tengan la valentía de decir, eso está equivocado, esto no puede seguir así, no podemos seguir explotando al más pobre”.
El purpurado pidió guardarse de toda codicia porque la vida no depende de los bienes y ese es el mensaje del evangelio de este día en la que el Señor Jesús pronuncia una advertencia contra toda clase de codicia.
Explicó que la codicia significa el deseo de tener siempre más, más, más y más y acumular muchas cosas, esa avidez desproporcionada de tener, de acumular y de disfrutar de todo lo que se antoje.
Se refirió a la parábola de Jesús sobre el rico necio en la que un hombre rico tuvo una gran cosecha, un terrateniente que obtuvo una buena cosecha y esta parábola es símbolo de cualquier ser humano obsesionado por las cosas y siempre deseoso de tener más.
“Es como un retrato de muchos hombres y mujeres de nuestro tiempo, la imagen de ese rico necio, encarna los postulados de nuestra sociedad, fíjense el individualismo mi cosecha, mis graneros, mi trigo, mis bienes, mi alma, solamente centrado en su yo, el rico habla de derribar, de construir, de almacenar y el hedonismo, túmbate, come, bebe, date a la buena vida y el Señor Jesús le llama necio, necio no en la sección que nosotros creemos, un necio es el que está neceando todo el tiempo, en la parábola necio es el tonto, aquel que no se da cuenta de la realidad de las cosas”, refirió.
Añadió que en la parábola el necio dice tienes bienes acumulados para muchos años, come, bebe, date la buena vida y esa parábola tiene una actualidad muy grande en nuestra sociedad, las noticias, los reportajes en la televisión, personajes que nos presentan los medios de comunicación, tanta gente se queda con la boca abierta viendo las mansiones que les han confiscado a los narcos, ah, esos si fueron inteligentes, como no, también para ellos va la parábola, necio de qué te sirven los miles de millones si estás en la cárcel para el resto de tus días, qué vas a disfrutar de eso, fustigó el prelado.
Reiteró que esa parábola tiene mucha actualidad entre nosotros, “las conversaciones a veces en los trabajos, ah ese fulano si tiene muchos millones y la pregunta es, cuánto se van a llevar, cuánto se van a llevar, si en el ataúd ni la ropa que nos toca es la que nos llevamos, la ropa que nos van a poner los que nos preparen, necio todo lo que has acumulado para quién será”.
Acotó que en la cultura del bienestar esto está orientado a pasarla bien y entonces tanta gente vive en la evasión, en todo tipo de actividades a veces hipotecando su libertad, pero esa falsa seguridad, tarde o temprano se derrumba y esa es una enseñanza que no se quiere escuchar y la gente dice ah no hay que aprovechar y a veces le dieron un puesto en una empresa o en el gobierno para que te defiendas y que quiere decir para que te defiendas, para que meta las uñas donde no debe meterlas.
Cuánta gente opina a este señor le dieron un puesto y salió pobre, es es el criterio del mundo, ese es el criterio del necio, de qué le sirve a uno si estuvo sirviendo en una posición y aunque pueda salir lleno de cosas, lleno de dinero, de qué le sirve si tiene su conciencia manchada, de qué le sirve si amasó riquezas matando.
“Ahí están los famosos extraditados, ahí están, qué se llevan, qué harán en una cárcel el resto de sus días, podrán disfrutar si quiera de un centavo, qué triste aquel que acumula, amasa, riquezas para sí, si no es rico ante Dios y el fin de su sueño es violento”, señaló Rodríguez.
Recriminó al necio, al insensato, falto de inteligencia porque piensa solamente en acumular riquezas y cree poder fundamentar su existencia sobre realidades frágiles, incapaces de hacer superar la prueba final de la vida, está obsesionado por enriquecerse, en acumular bienes, cree que con eso tiene asegurado el futuro, sin embargo, cuando menos lo espera con la muerte terminan sus proyectos, termina su búsqueda desmesurada del placer, esa ambición le hace incapaz de garantizar la vida porque la vida está en manos de Dios.
Apuntó que ese es el riesgo de aquellos que viven en una sociedad consumista, consumir, consumir y consumir, una sociedad que vive drogada, vivir a costa de la pobreza y la miseria de millones de seres humanos y vivir a base de la injusticia, es muy triste,
“Lo vuelvo a repetir, es muy triste que las personas más pobres sean las más explotadas y lo vuelvo a decir, ojalá que los responsables de esa injusticia que está ocurriendo con las tarifas de la empresa eléctrica tengan la valentía de decir, eso está equivocado, esto no puede seguir así, no podemos seguir explotando al más pobre, hay que buscar en primer lugar en la rectitud y la honestidad y si hay algo que descubrir, descúbranlo, que se sepa la verdad, pero no seguir engañando porque esto es injusticia”, azotó el líder religioso.
Reiteró que de qué sirve acumular si todo lo tendrán que dejar, todo, no hay nadie que pueda llevar ni un centavo, después de la muerte y lo que acumularon se lo dejan a otro que no lo trabajó.
Criticó que muchas familias se dividen hasta por una herencia y el que no la trabajó la dilapida rapidísimamente y de qué le sirvió al que pasó acumulando y acumulando y lo deja para otros que en poco tiempo ya no hay nada.
“Triste cómo el mundo vive de vanidades, hasta hay una revista, yo no sé si todavía existe, una revista que se llama Vanidades y tanta gente vacía que vive de vanidades y uno va echando canas y se las quieren pintar y no va echando arruguitas y lo quieren planchar, vanidad de vanidades, si uno lo que necesita es ser sincero y limpio delante de Dios, si es la mejor alegría, de qué sirve todo eso, vanidad de vanidades”, cuestionó el arzobispo de la arquidiócesis de Tegucigalpa.
Reiteró una vez más que decir femicidio es un error pues la palabra correcta es feminicidio y así hay otros que dicen ávaro, pero es avaro y de qué sirve la avaricia, el avaro es aquel que acumula y acumula y no gasta ni un centavo y a veces vive inhumanamente y después dejan ahí el montón de dinero para pelearse para que otros vivan peleando o haciendo fraude a ver cómo se apropian de esos bienes.