Tegucigalpa.- Las elecciones generales del 30 de noviembre contarán con una amplia supervisión internacional y nacional tras la aprobación del Consejo Nacional Electoral (CNE) de 68 organizaciones certificadas como observadores electorales, en una decisión que incluyó el rechazo específico a la participación de Rusia.
El veto a la misión rusa marcó la sesión del martes, donde las consejeras Ana Paola Hall y Cossette López votaron en contra de la certificación de ese país, impidiendo su participación en el proceso de observación electoral.
La distribución de organizaciones aprobadas muestra 43 entidades nacionales y 25 internacionales, según detalló la consejera Ana Paola Hall, quien comunicó que estas organizaciones recibieron la certificación de aprobación para supervisar los comicios.
Novedades en la observación incluyen el Observatorio de Desinformación de la Universidad de Madrid, según reveló Cossette López, quien admitió haber votado en contra de la participación de organizaciones sindicales alegando que «no es su fin» participar en estos procesos.
El proceso de acreditación continúa abierto. López reveló que «todavía hay espacios para acompañamientos internacionales» y que serán acreditadas a través de organizaciones de sociedad civil hondureña, con acreditación individual para cada participante.
Una prórroga de 10 días adicionales fue otorgada, extendiendo el plazo hasta el 30 de octubre para completar las acreditaciones de observadores que participarán a través de las diferentes organizaciones certificadas.
«Las elecciones generales del 30 de noviembre serán muy observadas», afirmó López, resaltando la calidad de las organizaciones y expresando la expectativa de que haya «un comportamiento profesional y ético» de cada una de las misiones internacionales.
Hall destacó que además de los observadores formales, también habrá participación de acompañantes y visitantes internacionales, ampliando el espectro de supervisión del proceso electoral.
López enfatizó el papel ciudadano en la supervisión electoral, insistiendo que «el mayor observador de las elecciones generales es el ciudadano hondureño», quien «tiene derecho de informarse de cómo funciona el proceso, verificar qué cosas están bien o no» y contribuir a la credibilidad y confianza de los comicios.
La decisión del CNE busca garantizar transparencia en un proceso electoral que se desarrollará bajo el escrutinio de múltiples actores nacionales e internacionales, aunque con restricciones específicas como la exclusión de la misión rusa.
El nivel de observación previsto sugiere elecciones que estarán bajo intensa vigilancia tanto nacional como internacional.




