La comisionada para los Derechos del Niño en Rusia, María Lvova-Belova, acusada junto al presidente ruso, Vladímir Putin, por la Corte Penal Internacional (CPI) de la deportación ilegal de niños de Ucrania, afirmó este viernes que 33 menores ucranianos regresaron a sus casas en las últimas dos semanas.
“En las últimas dos semanas se reunificaron con sus familiares otros 33 niños de las regiones de Jersón, Zaporiyia y Járkov”, escribió Lvova-Belova en Telegram.
La funcionaria agregó que los menores estaban alojados en balnearios en el sur de Rusia.
“Los niños fueron entregados a sus padres o apoderados. Los voluntarios participaron activamente en la reunificación familiar y ayudaron en la comunicación y el pago del coste del transporte”, agregó.
Según Lvova-Belova, actualmente, en la anexionada península ucraniana de Crimea y la región de Krasnodar (sur de Rusia) permanecen otros 56 niños a la espera de reunirse con sus familias.
Desde octubre de 2022, agregó, las autoridades rusas han ayudado a regresar con sus familias a “más de 2.000 niños”.
Esta semana, Lvova-Belova aseguró que desconoce los detalles de la orden de arresto de la CPI emitida en su contra.
Respecto a las acusaciones de Kiev sobre la deportación forzosa de miles de niños ucranianos, afirmó que las autoridades ucranianas no han presentado pruebas concretas, lo que les permite “hablar de cualquier cantidad sin tener responsabilidad alguna al respecto”.
La Corte Penal Internacional (CPI) emitió el pasado viernes una orden de arresto contra Putin y Lvova-Belova como “presuntos responsables” de la deportación ilegal de niños y su traslado de zonas ocupadas en Ucrania hacia Rusia, lo que supone un crimen de guerra.
Este jueves se anunció también que la Comisión Europea (CE) y Polonia organizarán una conferencia con el propósito de ayudar a la localización de más de 16.000 niños ucranianos que habrían sido deportados por Rusia a su territorio.