Tegucigalpa – En 2023, seguirán siendo el «salvavidas» de la economía de la nación, según Ricardo Matamoros, director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Para este año se espera que las remesas sumen $9,200 millones, según varios informes.
Las remesas seguirán siendo el «salvavidas» de la economía nacional, reveló el economista, pues se prevé un crecimiento del 8,5 por ciento. Superaremos los 9.200 millones de dólares que recibirá la economía nacional precisamente por los hondureños que están en el exterior.
La nación más dependiente de las remesas en el mundo es Honduras. Para muchas familias hondureñas, las remesas (dinero enviado a su país de origen por inmigrantes que trabajan en el extranjero) son una fuente importante de ingresos.
Bloomberg afirma que Honduras es la nación que más depende de las remesas, ocupando el primer lugar con una tasa de dependencia del 27,1 por ciento del PIB.
Al respecto, Eduardo Facussé, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), consideró que la realidad que rodea a las remesas es el rostro del fracaso tanto económico como social.
Respondió en su cuenta de Twitter diciendo: “Para cambiar esto, necesitamos desarrollar políticas públicas para que estos flujos se enfoquen más en proyectos de inversión con retorno (vivienda y producción) y no en el gasto de consumo.
Aspectos tanto positivos como negativos
La economía hondureña se ve significativamente afectada por su dependencia de las remesas. Por un lado, las remesas permiten a numerosas familias en Honduras cubrir sus necesidades esenciales, incluyendo alimentación, salud y educación. Pero también puede resultar en una serie de problemas sociales y económicos.
La dependencia de las remesas, por ejemplo, puede alentar a los hondureños a migrar ilegalmente a otras naciones en busca de trabajo, poniendo en peligro sus vidas y las de sus familias. Una disminución en las remesas tiene el potencial de tener un impacto significativo en la economía local, haciendo que la economía hondureña sea más susceptible a los cambios en la economía global.
En conclusión, las remesas son una importante fuente de ingresos para muchas familias hondureñas, pero depender de ellas también genera serios problemas económicos y sociales. Para que Honduras tenga un futuro económico estable y sostenible, es crucial que continúe diversificando su economía y reduciendo su dependencia de las remesas.