Tegucigalpa. -La jornada de manifestaciones opositoras este jueves en Tegucigalpa derivó como suele suceder: en enfrentamientos con la policía y graves daños a la propiedad privada.
Las violentas acciones dejaron este mediodía del jueves gases, piedras, palos y dos farmacias incendiadas producto de las bombas caseras tipo molotov.
La marcha en contra del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, comenzó en las cercanías de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán como parte de una convocatoria de la Convergencia Contra el Continuismo.
Los manifestantes de oposición se dirigieron por el bulevar Fuerzas Armadas hacia Casa de Gobierno exigiendo la renuncia del mandatario quien ha sido señalado de vinculaciones con el narcotráfico en el marco del juicio condenatorio de su hermano, el excongresista Juan Antonio “Tony” Hernández en Nueva York.
El tráfico en la zona producto de la movilización se fue tornando pesado y más aún cuando estalló la batalla campal frente a un centro comercial en donde también se localiza el Colegio Médico de Honduras en la zona colindante con el bulevar Kuwait.
Daños propiedad
Las imágenes en redes sociales sobre los negativos acontecimientos se difundieron con velocidad en el que una farmacia a orilla del bulevar resultó envuelta en llamas y con los cristales rotos.
Pero la intervención de una tanqueta antidisturbios y la agilidad de vigilantes en la zona impidieron la propagación de las llamas que afectaron parte de la estructura.
La crispación en el ambiente se detuvo por un momento hasta el reagrupamiento de los manifestantes en la rotonda del bulevar Centroamérica en el sector de Plaza Miraflores.
Allí varios jóvenes con el rostro cubierto fueron repelidos por un fuerte contingente policial quienes en un parpadeo de ojos no pudieron contener el segundo incendio a una farmacia de la misma franquicia Punto Farma.
No obstante, los bomberos de la estación gasolinera acudieron con prontitud haciendo uso de los extintores para evitar una tragedia.
Posteriormente los “encapuchados” se enfrascaron de quebrar los ventanales de vidrio de una reconocida institución bancaria de la capital.