La artista estadounidense conquista nueve galardones, mientras que la colombiana se reivindica con un repaso a sus 30 años de carrera.
Por El País
“La imparable Taylor Swift”. Con esas palabras de Justin Timberlake se entregó la pasada noche en Nueva Jersey uno de los primeros premios de los Video Music Awards de MTV. La cadena arrancó la velada de sus premios más famosos haciendo una reverencia a esa fuerza arrasadora con la que Swift ha conquistado el mundo de la música.
La cantante tomó su primer trofeo de la noche, Mejor Canción Pop por Anti-Hero, de manos del grupo masculino NSYNC, del que era fanática cuando adolescente. “Yo tenía sus muñecos cuando era chica ¿Están haciendo algo nuevo?”, preguntó a la banda, que se reunió en el escenario por primera vez en una década. Fue el inicio de una noche de grandes momentos: Swift arrasó con nueve premios y Shakira desplegó todo su potencial en una actuación de 10 minutos donde resumió tres décadas de éxitos.
Con un largo vestido negro de escote asimétrico, Taylor Swift acudió a dar brillo a la noche más importante de MTV. Los vídeos fueron alguna vez la punta de lanza que la industria musical utilizó para vender sus productos. Bajo esa idea nacieron estos galardones, que se entregan en la costa este de Estados Unidos desde 1984. Los conciertos, sin embargo, son algunos de los eventos más redituables del sector. Por esto, Swift fue tratada como realeza en la noche que celebra a la música pop. Su tour, Eras, se ha convertido en un acontecimiento. La parte estadounidense cerró en Los Ángeles hace algunas semanas reuniendo a cerca de medio millón de espectadores en seis noches de lleno total en el estadio SoFi. Los analistas creen que el espectáculo superará los 1.000 millones de dólares de recaudación una vez que cierre en noviembre de 2024 en Canadá.
La producción de los VMA tenía a un cámara dedicado a seguir a Swift durante toda la ceremonia, que se llevó a cabo en el Prudential Center de Nueva Jersey. Las legiones de fans que la siguen por el mundo pudieron verla elegir una bebida junto a la rapera Ice Spice, su pareja en el tema Karma y ganadora del premio a Mejor Artista Nuevo; cantar Heart Attack de Demi Lovato (un tema que Selena Gomez no aplaudió, como captaron las cámaras), cotillear con la actriz Sabrina Carpenter y bailar con la actuación de Doja Cat, entre otros momentos.
Swift conquistó nueve premios de los once a los que estaba nominada. Con Anti-Hero se hizo con Canción del Año, Canción Pop, Mejor Dirección (el tercero que gana en esta categoría desde 2020), Mejor Cinematografía, Mejores Efectos Visuales y el más importante de la noche, Mejor Video del año. “Solo quiero decir que significa mucho para mí que estos premios sean votados por los fans”, dijo después de recibir el galardón más codiciado. Además, Swift ganó Mejor Show y Mejor Artista. Su Midnights también fue votado Mejor Álbum del Año. En uno de sus discursos, la artista dio las gracias a Jack Antonoff, el productor del disco 1989. “Seguiremos trabajando juntos hasta el año 2089″, bromeó la cantante.
No toda la noche fue de Taylor Swift. Shakira protagonizó otro de los momentos estelares de la noche. La colombiana estaba nominada a cuatro premios, pero se fue a casa con las manos vacías. Era un asunto de pequeña importancia porque en esta edición recibió una de las mayores distinciones de los galardones de MTV, el Video Vanguard Award. Esta es la primera vez que una sudamericano gana este reconocimiento, que el año pasado recayó en manos de quien ha sido la maestra de ceremonias este martes, la trinitaria Nicki Minaj (quien se quedó con el premio de Mejor Tema de Hip Hop por Super Freaky Girl).
Shakira se suma desde anoche a un selecto grupo de artistas que han impactado la cultura popular. Entre quienes han recibido este premio están los Beatles, Madonna, Michael Jackson, The Rolling Stones, U2, Britney Spears, Beyoncé y Jennifer López, entre otros.
Shakira cantó durante 10 minutos una selección de varios de los éxitos que ha tenido en 30 años de carrera. Entre los temas elegidos estuvieron Suerte (Whenever, Wherever), Hips Don’t Lie, La Loba y Ojos Así, que le permitió hacer ante las cámaras la danza del vientre que convirtió en un elemento de su repertorio. Con cámara al hombro, la producción la siguió por todo el escenario en una actuación que incluyó canciones en inglés y español y llegó hasta su lanzamiento más reciente, Copa Rota. Pero reservó para cerrar su número con el tema de despecho convertido en éxito internacional tras una sesión con el productor argentino Bizarrap. El público cantó la tiradera dirigida al futbolista Gerard Piqué mientras un grupo de bailarines la llevaba en volandas entre el público. En el punto culminante, una pequeña plataforma elevó a Shakira varios metros sobre el público.
“Muchas gracias por ser mi ejército y ayudarme a librar todas las batallas”, dijo Shakira como agradecimiento a sus fans. La cantante aprovechó el reconocimiento a su trayectoria para saludar a sus hijos, Milan y Sasha, que estaban presentes. “[Ellos] me levantan el ánimo y me hacen sentir que mamá puede con todo”, dijo la cantante. Los menores acompañaron a su madre por la alfombra roja vestidos con un chándal de Versace.
La de esta noche fue la primera actuación de Shakira en los VMA en 17 años. En 2005 subió al escenario junto a Alejandro Sanz para interpretar La Tortura. Fue uno de los primeros temas de regguetón que dieron la vuelta al mundo y pronosticaron la arrasadora ola del género que llegaría años después. Entre los latinos que acudieron anoche a la entrega de premios también estuvieron Karol G; la brasileña Anitta, que conquistó la categoría latina por Funk Rave, y el mexicano Peso Pluma, que se ha convertido en un fenómeno del género conocido como regional mexicano. Anoche se convirtió en el primer representante de esta música que actúa en esta ceremonia.
