Tegucigalpa – Durante los desfiles patrios que conmemoraron los 202 años de independencia en Honduras, la presencia del expresidente Manuel Zelaya, esposo de la presidenta Xiomara Castro, generó controversia y descontento entre los asistentes al Estadio Nacional Chelato Uclés.
Mientras Zelaya y su grupo de acompañantes pasaban por la zona sur del estadio, no recibieron precisamente un recibimiento amigable. Los asistentes les arrojaron agua y objetos, y se hicieron escuchar con cánticos y expresiones de rechazo.
La situación se volvió tensa y preocupante, y Zelaya tuvo que ser rodeado por sus acompañantes para evitar que algún objeto lo alcanzara. Sin embargo, al llegar al estrado principal, donde se encontraba su esposa, la presidenta Xiomara Castro, decidió bajar y ocupar un lugar en el escenario.
El Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), que acompañó a Zelaya, se mantuvo en el estadio durante varias horas, lo que generó molestia y rechazo entre la mayoría de los asistentes.
Al salir del estadio, los colectivos que apoyaron a Zelaya también enfrentaron muestras de rechazo por parte de la multitud que había llegado temprano para presenciar los desfiles patrios. En este contexto, se produjo un intercambio de objetos arrojados y cierta tensión en el ambiente, aunque la situación se calmó rápidamente.
El incidente revela la división y polarización política que persiste en Honduras, donde la presencia de figuras políticas con opiniones divergentes puede generar fuertes reacciones entre la población. La celebración de la independencia, que debería unir a los hondureños en un sentimiento de orgullo nacional, se vio empañada por estas tensiones políticas.
