La bioquímica Jessie Inchauspé explicó en diálogo con Infobae cómo ingerir los ingredientes de forma adecuada puede reducir hasta 75% los picos de glucosa.
Por Infobae
“A los 19 años me rompí la espalda y tuve muchos problemas físicos, luché durante años con mi salud mental”, cuenta a Infobae la bioquímica y matemática francesa Jessie Inchauspé. A una década de esa lesión provocada por una caída de una cascada en Hawái, su vida cambió para siempre y hoy es conocida en el mundo como “la diosa de glucosa”, casi tres millones de personas siguen sus posteos diarios en Instagram y sus dos libros sobre alimentación fueron traducidos a más de 40 idiomas.
“El accidente me motivó a comprender lo que estaba pasando en mi cuerpo y en mi cerebro. Los problemas de salud fueron realmente el comienzo de mi viaje, en aquel momento estaba muy consciente de mi sufrimiento físico y esa fue la razón por la que me interesé en el tema de la glucosa”, relata desde su departamento en Nueva York.
Inchauspé tiene 31 años y nació en Biarritz, la ciudad costera del sur de Francia, cursó primero la licenciatura en matemáticas en el King’s College de Londres y luego obtuvo una maestría en bioquímica de la Universidad de Georgetown, en Estados Unidos.
Su camino científico siguió con una especialización en genética y trabajó cinco años en Silicon Valley, en una empresa dedicada al análisis de ADN. “Allí finalmente descubrí el mundo de la glucosa. Y me ayudó a sentirme mucho mejor. Y después de descubrirlo, quise empezar a compartirlo con los demás. Primero en mis redes sociales y luego en mis libros”.
Durante su experiencia en la meca californiana de las start ups tecnológicas, llevó un monitor continuo de glucemia y notó que cuanto más irregulares eran sus niveles de glucosa, más afectada estaba su salud física y mental. “Esta fue una primera pista importante para comprender cómo funcionaba mi cuerpo: aunque no tengo diabetes, la glucosa me estaba afectando”, señala.
¿Qué es la glucosa?
Es una sustancia que actúa como fuente de energía esencial para nutrir a nuestro cerebro, el corazón y los músculos. La glucosa (o azúcar en la sangre) proviene de los alimentos que comemos o es producida por el hígado, y desde el torrente sanguíneo es transportada a todos nuestros órganos y células, donde se transforma en energía.
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