Tegucigalpa – El Monseñor asignado a la Diócesis de San Pedro Sula, Michael Lenihan, emitió un enérgico llamado este jueves, instando a la clase política a dejar de lado la afiliación partidista y enfocarse en abordar los múltiples desafíos que afectan a Honduras, especialmente la crucial cuestión de la elección de fiscales.
Con pasión y convicción, el líder espiritual expresó: «Los políticos deben dejar de lado sus banderas y colores políticos para trabajar en pos del bienestar común del país. Honduras cuenta con recursos, es una nación bendecida, pero se necesita buena voluntad para llevar adelante a nuestro país».
Monseñor Lenihan, en los últimos meses, ha emergido como un crítico de las autoridades gubernamentales, cuestionando su falta de enfoque en los problemas más apremiantes de la nación. Hizo hincapié en que la población anhela vivir con dignidad, acceder a servicios de salud, educación de calidad y oportunidades de empleo, en lugar de estar inmersos en interminables disputas políticas.
Con empatía, recordó que la falta de oportunidades en Honduras ha llevado a miles de jóvenes y familias enteras a emigrar en busca del «sueño americano», una odisea que enfrenta dificultades considerables. Añadió: «Admiro a aquellos que se aventuran fuera del país y soportan tanto sufrimiento en la ruta migratoria».
Monseñor Lenihan también abordó la problemática de la migración a través de Honduras, reconociendo que la magnitud de personas en tránsito supone un desafío considerable para el país, que carece de recursos suficientes.
Sin embargo, hizo un llamado a la solidaridad, señalando que es fundamental esforzarse para abordar este fenómeno, tanto en lo que respecta a los migrantes que pasan por el país como a los hondureños que buscan una nueva vida en México y más allá, ofreciéndoles una mano amiga en su travesía.
En este contexto, el Observatorio de las Migraciones anticipa que hasta el 31 de diciembre de 2023, alrededor de 200,000 hondureños habrán emigrado en busca de mejores oportunidades y un futuro más prometedor.
La llamada del Monseñor subraya la urgencia de abordar las causas fundamentales de la migración y trabajar en soluciones efectivas para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos hondureños.
