Tegucigalpa – Con el objetivo de salvaguardar las fronteras y enfrentar la constante amenaza del crimen organizado, los ejércitos de Honduras, El Salvador, Guatemala y Nicaragua han unido fuerzas para implementar un plan de vigilancia fronteriza de gran envergadura.
Esta colaboración regional se ha vuelto esencial debido al cruce diario de miembros de maras y pandillas que buscan evadir la justicia y que representan una seria amenaza para la seguridad de estos países. La prioridad de esta operación de vigilancia conjunta es identificar y detener a individuos involucrados en actividades ilícitas, con un enfoque particular en el tráfico de drogas y armas.
El coronel Roosevelt Leonel Hernández Aguilar, comandante general del Ejército hondureño, explica que esta misión tiene un propósito fundamental: «Se trata de ubicar a personas dedicadas al tráfico de drogas y armas como principal objetivo». Además de abordar el crimen organizado, esta iniciativa también implica la protección de la soberanía de las naciones vecinas, en consonancia con el trabajo conjunto de la Conferencia de Fuerzas Armadas de Centroamérica (CFAC).
Los ejércitos de El Salvador, Honduras, Nicaragua y Guatemala colaboran activamente en la planificación y ejecución de operaciones de reconocimiento en las áreas fronterizas. Realizan patrullajes regulares en las comunidades cercanas a las fronteras y mantienen una presencia constante en las zonas limítrofes entre los países. Esta estrategia multidimensional está diseñada para abordar una amplia gama de amenazas, incluyendo el narcotráfico, el terrorismo, la trata de personas y el tráfico de fauna, delitos que los criminales intentan cometer en esta región.
La comunicación fluida entre las unidades fronterizas de los países centroamericanos es fundamental para el éxito de esta operación de vigilancia coordinada. La CFAC, que fue creada mediante acuerdo de los presidentes de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua en 1997, se encarga de supervisar y coordinar estas acciones conjuntas en la lucha contra el crimen organizado en la región.
Esta estrategia de vigilancia fronteriza ha demostrado ser efectiva, permitiendo a las Fuerzas Armadas de Honduras localizar campamentos clandestinos en el departamento de Intibucá. Esta área había sido utilizada como punto de tránsito por miembros de maras y pandillas que huían de las medidas implementadas por El Salvador. El intercambio de información entre los equipos de inteligencia de las naciones centroamericanas ha resultado clave en el desmantelamiento de estructuras criminales y en la reducción de amenazas en la región.
En la última reunión de la CFAC, celebrada del 25 al 27 de septiembre de 2023, se planificaron las actividades que se llevarán a cabo en 2024, demostrando el compromiso continuo de estos países en la lucha contra el crimen organizado y la protección de sus fronteras. Esta cooperación regional sigue siendo fundamental para mantener la seguridad y la estabilidad en Centroamérica.