Tegucigalpa. -Con el fin de regresar a su país natal Japón después de finalizar con su misión de 14 meses de trabajo en Honduras, el voluntario japonés, Itsuki Takei del Programa de Voluntarios Jóvenes para la cooperación con el extranjero (JOCV) de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (Jica), presentó su informe final de actividades diarias realizadas a las respectivas autoridades japonesas.
Este joven voluntario pertenece al grupo JOCV 2017-2, quién permaneció desde septiembre 2018 hasta noviembre del presente año en el país, desempeñándose como profesor de la clase del idioma inglés.
El voluntario de Jica que regresará a su país natal de Japón estuvo asignado en la Dirección Departamental de Educación en el municipio de Santa Lucía en el departamento de Francisco Morazán.
Durante la presentación del informe final, Takei, expuso y compartió su experiencia vivida en el interior del país, en donde intercambio conocimientos, estilos de vida, cultura y amistad con la población de esta acogedora comunidad.
El profesor de inglés y voluntario japonés expresó que “actualmente, en todas las escuelas del municipio de Santa Lucía, se imparte la clase de inglés. Además, los docentes que participaron en el diplomado de la Dirección General de Desarrollo Profesional (DGDP) cambiaron su método de impartir la clase”.
El catedrático nipón agregó que durante su misión en Honduras fortaleció el conocimiento de los docentes hondureños a través de este aprendizaje, debido a que en el 2019 realizó nueve capacitaciones en donde participaron alrededor de 117 maestros hondureños.
Asimismo, indicó que formó un equipo de 15 docentes de básica del I y II Ciclo y un equipo de siete docentes de pre básica durante su gestión en esta comunidad.
Explicó que “en mi gestión para cada capacitación preparé una lista de palabras y oraciones, con el fin de que los docentes impartieran los mismos contenidos de forma unificada en todas las escuelas”.
Jica contribuye con el envío de voluntarios japoneses para que apoyen diferentes áreas en el país. Estos voluntarios durante su misión, viven con la población local y se familiarizan con las diferentes culturas y costumbres hondureñas.
