Unos 50 líderes europeos se reunieron el jueves en Granada, en el sur de España, para recalcar su apoyo a Ucrania en un momento en el que la determinación occidental parecía flaquear. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dijo que mantener esa unidad era ahora “el principal desafío”.
Por AP
Zelenski llegó por la mañana para asistir a la reunión de la Comunidad Política Europea, formada tras la invasión rusa en Ucrania de febrero de 2022. La invasión de plena escala cambió de forma drástica la agenda política del continente y asestó un golpe a las arraigadas convicciones de paz y estabilidad en la región.
Pese al apoyo político, económico y militar, la lucha desesperada por expulsar a las fuerzas invasoras rusas del territorio ucraniano se ha quedado atascada. Entre tanto, la firme oposición al presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha sufrido por divisiones internas tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea.
“El principal desafío que tenemos es salvar la unidad en Europa”, dijo Zelenski. La victoria del candidato prorruso Robert Fico en las elecciones eslovacas de la semana pasada y los reparos continuados de Hungría sobre el apoyo a Ucrania han incrementado las dudas sobre el compromiso de Europa. Eso afecta especialmente a la Unión Europea, donde muchas decisiones sobre Ucrania requieren unanimidad de sus 27 miembros.
El apoyo europeo se ha vuelto aún más importante después de que el Congreso de Estados Unidos enviara a toda prisa el fin de semana un acuerdo presupuestario a la mesa del presidente, Joe Biden, para mantener el gobierno federal en marcha. El acuerdo dejó fuera los miles de millones de dólares en financiamiento para la campaña bélica ucraniana, que la Casa Blanca había respaldado con firmeza.
Biden pidió el martes a otras potencias mundiales que se coordinaran con Ucrania, en una demostración expresa de apoyo estadounidense en un momento en el que el futuro de sus ayudas se ve cuestionado por una parte importante de los parlamentarios republicanos, que quieren cortar el financiamiento a Kiev.
Sin embargo, Zelenski dijo que durante una visita a Washington se le había garantizado “un 100% de apoyo en la Casa Blanca y también apoyo bipartidista en el Congreso. Creo que es importante”.
Los líderes de la UE también creían que las dificultades en Estados Unidos podrían superarse. “Tengo mucha confianza en el apoyo de Estados Unidos a Ucrania. En lo que están trabajando los Estados Unidos es en los tiempos”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Incluso si la UE promete mantener su apoyo a Kiev, no podría reemplazar a Washington si esos fondos se agotan, señaló el responsable diplomático de la UE, Josep Borrell.
“Todos los que no quieren que Putin gane esta guerra deben buscar formas de que Estados Unidosretome este asunto y sigua apoyando a Ucrania”, dijo Borrell. “Desde luego podemos hacer más. Pero Estados Unidos es insustituible para el apoyo a Ucrania”.
Zelenski insistió en que los esfuerzos de Putin por dividir a Occidente no se detendrían. “Rusia atacará con información, desinformación, bulos, etcétera”, afirmó.
Los líderes reunidos en Granada intentaban mostrar un frente unido junto a Ucrania.
“Cuando se trata de enfrentar la amenaza de Putin”, dijo el primer ministro británico, Rishi Sunak, “hay fuerza en la unidad”.
La cita de la CPE es una reunión informal, de modo que no se barajan decisiones oficiales, pero los líderes quieren aprovechar la plataforma para mejorar sus relaciones y resolver disputas, abiertas o latentes.
Eso hacía especialmente decepcionante que el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, cancelara su asistencia en el último momento, cuando habían aumentado las expectativas de una posible cumbre paralela que reuniera a estados implicados e intermediarios en la crisis de su país con la vecina Armenia.
El éxodo de unos 100.000 armenios que han huido de Nagorno-Karabaj, una región de Azerbaiyán donde la mayoría de la población era de etnia armenia, tras una brutal operación militar militar el mes pasado ha tocado una fibra sensible en Europa.
Finalmente, varios funcionarios dijeron que muchos líderes se alinearían con el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, para expresar el apoyo a su gobierno mientras maneja la crisis humanitaria y tratar de alejar a Ereván de la órbita diplomática rusa.
El foro de la Comunidad Política Europea era también una de las pocas ocasiones en las que líderes de países rivales como Serbia y Kosovo coincidirían en la misma sala de plenos. Sin embargo, las posibilidades de acercamiento eran mínimas, ya que Kosovo no estaría representada por el primer ministro, Albin Kurti, sino por su presidenta, Vjosa Osmani, que tiene un cargo principalmente ceremonial.
Era probable que durante la jornada de conversaciones en España surgieran una sucesión de temas europeos de discusión, antes de una cena de Estado y una visita por el reconocido complejo andalusí de la Alhambra.
