Tegucigalpa – El ministro de Seguridad de Honduras, Gustavo Sánchez, hizo revelaciones inquietantes el martes al señalar que el crimen organizado ha logrado infiltrarse en varias áreas de la economía hondureña.
Una de las preocupaciones clave destacadas por Sánchez es la presunta conexión entre el crimen organizado y empresas de seguridad.
Según sus declaraciones, algunas de estas empresas estarían siendo utilizadas como fachadas para actividades ilícitas, proporcionando a los criminales acceso a armas de fuego y sirviendo como instrumentos para el lavado de activos.
El titular de la Secretaría de Seguridad subrayó la gravedad de esta situación al mencionar que las empresas de seguridad, al tener la capacidad de manejar y utilizar armas de fuego, se vuelven instrumentales para los grupos criminales.
Además, destacó que estos criminales también estarían utilizando estas empresas para legitimar sus ganancias ilícitas, introduciendo los fondos en la economía formal.
Durante su intervención, Sánchez también hizo hincapié en que las empresas de transporte son otra área de la economía que podría estar bajo el control del crimen organizado, utilizándolas con fines similares de lavado de activos y otras actividades ilegales.
Es importante destacar que este pronunciamiento del ministro de Seguridad resalta los desafíos que enfrenta el Estado para identificar y contrarrestar la infiltración del crimen organizado en sectores clave de la economía formal.
Además, se enfatiza la necesidad de investigaciones exhaustivas para desmantelar estas redes criminales y garantizar la integridad del sistema económico del país.
La mención de casos anteriores, como el involucramiento de los «Cachiros» y los Valle Valle en empresas similares, subraya la persistencia del problema y la importancia de abordar estas cuestiones de manera efectiva para salvaguardar la seguridad y la estabilidad de Honduras.
