Tegucigalpa. – El presidente hondureño, Juan Orlando Hernández argumentó que la intervención del sistema penitenciario del país se produce con el objetivo de evaluar las circunstancias y tomar las mejores decisiones.
Esta es la primera comparecencia del presidente Hernández tras el asesinato de cinco reos a manos de otro recluso que identificaron como “El Sanguinario”, en la cárcel de Morocelí, El Paraíso conocida como La Tolva.
El titular del Ejecutivo resaltó que Honduras viene de un gran desafío, luego de que en 2010 lo catalogarán como el país más violento del mundo.
Sin embargo, manifestó que en su gobierno lograron reducir esa tendencia gracias a estrategias como la clausura definitiva del Centro Penal de San Pedro Sula.
“Era un ejemplo exacto de cómo los delincuentes administraban los centros penales. Se redujeron en un 90 por ciento la tasa de secuestros que se ordenaban desde la cárcel”, menciona.
El mandatario refirió que ahora los reclusos permanecen en el encierro durante 23 horas al día y eso no es de su agrado.
En ese sentido, aseveró que durante su periodo de gobierno es cuando mayor evolución tecnológica tuvieron los nuevos centros penitenciarios.
“En 2013 había 13 mil 700 privados de libertad, ahora hay 21 mil 731 reos”, precisó.
Por otra parte, cuando hizo referencia al repunte de los homicidios en este 2019, expresó que sus detonantes son más temas de convivencia, que de crimen organizado.
Para finalizar instó a las instituciones, defensores de derechos humanos y a la población para que trabajen en colaboración en vísperas de proteger los derechos de las víctimas.
