Tegucigalpa – El director de Protección al Hondureño Migrante, Wilson Paz, analizó el panorama migratorio del país al destacar que en el 2023 se registró un cierre con 56 mil migrantes retornados, marcando una disminución significativa de 32 mil respecto al año anterior, cuando la cifra alcanzó los 88 mil.
Paz señaló que, aunque frenar la migración es un desafío complejo, se observa una reducción gradual, indicando que la reunificación familiar es un factor que no cesa rápidamente.
El funcionario resaltó la complejidad de obtener datos exactos sobre los hondureños que se dirigen a Estados Unidos, pero desmintió la afirmación de que mil connacionales abandonan el país diariamente.
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Aunque reconoció las dificultades que enfrenta Honduras, subrayó que la disminución en las deportaciones refleja una menor migración irregular originada en el país.
Paz identificó causas fundamentales de la migración, como la falta de acceso a servicios básicos como salud, educación, seguridad y empleo. En este sentido, destacó que la presidenta Castro está abordando estas áreas para reducir la emigración.
Además, señaló que el bajo salario promedio en Honduras, que es de 6,700 lempiras, comparado con los ingresos en Estados Unidos, también contribuye a la migración, describiéndolo como una «fuga de cerebros».
Por último, Paz informó que, al cierre del 2023, se realizaron 250 repatriaciones de hondureños fallecidos en el exterior, aclarando que no todos murieron en la ruta migratoria.
