Tras una serie de detenciones recientes, autoridades colombianas han enfocado su atención en desmantelar los esquemas extorsivos dirigidos por miembros de grupos venezolanos tras las rejas. Sin embargo, no han tenido éxito en detener este delito.
Por InSight Crime
La policía de Bogotá detuvo a 17 individuos vinculados a la banda Satanás, acusados de extorsionar a residentes locales, informaron medios de comunicación nacionales el 12 de enero.
Sin embargo, estos están lejos de ser los primeros arrestos relacionados a la organización criminal. El 4 de enero, habitantes de Bogotá declararon a medios de comunicación locales que siguen siendo objeto de extorsiones por parte de una banda dirigida por el ciudadano venezolano José Manuel Vera, alias “Satanás”. A pesar de que el jefe criminal y al menos 79 presuntos miembros de la banda se encuentran entre rejas desde el año pasado, muchos de los detenidos han sido imputados con cargos adicionales por seguir extorsionando desde la cárcel.
Satanás comenzó a operar en Bogotá en 2013, según la policía colombiana. Fue detenido en 2020, pero escapó a finales de 2022 y comenzó a extorsionar a residentes en al menos dos sectores de Bogotá, antes de huir a Ecuador a principios de 2023. Continuó dirigiendo su grupo desde allí y había ampliado sus operaciones a ocho de los 20 sectores de la capital colombiana cuando las autoridades ecuatorianas lo detuvieron en noviembre de 2023. Ese mismo mes fue extraditado a Colombia.
Organizaciones criminales de toda la región han convertido las cárceles en centros de operaciones de facto, como los Lobos y los Tiguerones en Ecuador, la MS13 en Centroamérica y, quizá la más famosa, el Tren de Aragua en Venezuela, que múltiples fuentes han vinculado a la banda de Satanás.