Washington. – El gobierno del presidente Donald Trump ha completado la construcción de los primeros 160 kilómetros (100 millas) de su muro fronterizo con México, anunciaron funcionarios estadounidenses, mientras el número de cruces en la zona continúa bajando.
El secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, salió al paso de los señalamientos de que la nueva construcción sólo es para cambiar barreras antiguas. Las nuevas vallas de nueve metros (30 pies) de alto han reemplazado a otras que eran más cortas y fáciles de brincar. Wolf expresó confianza en que para finales de año el gobierno erigirá o comenzará a erigir entre 644 y 724 kilómetros (entre 400 y 450 millas).
“El sistema del muro que ven a mis espaldas es un obstáculo innegable para los contrabandistas, traficantes y otros delincuentes que han aprovechado la falta de una infraestructura fronteriza eficaz para pasar drogas y mercancías ilícitas, y realizar tráfico de personas”, señaló Wolf.
El funcionario emitió sus declaraciones en Yuma, Arizona, una región remota del suroeste cerca de California, donde los cruces fronterizos ilegales han tenido altas y bajas muy marcadas en los últimos dos años. La mayoría de los cruces corresponden a familias.
Las autoridades de Yuma construyen una sección de muro de 8 kilómetros (5 millas) en un tramo del río Colorado, por donde cruzan la mayoría de los migrantes, según la Patrulla Fronteriza.
La baja de casi 97% en el número de familias en Yuma desde mayo se debe en parte a la adopción en la zona del programa Permanencia en México que obliga a solicitantes de asilo a esperar al sur de la frontera mientras sus casos se resuelven en tribunales.
El lunes, el Sector Yuma puso en marcha un programa probado inicialmente en El Paso, Texas, para procesar con rapidez las solicitudes de asilo, aunque ya fue impugnado en una corte federal. La Revisión Rápida de Casos de Asilo requiere que los solicitantes esperen en custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza mientras sus casos se deciden en 10 días. Activistas que defienden los derechos de los inmigrantes afirman que ese programa pone en peligro a los migrantes, en especial a los menores, porque los retienen en instalaciones sobre las que pesan acusaciones de abuso y maltrato.