Tegucigalpa – El viernes 3 de febrero marcó una jornada especial para miles de católicos que conmemoraron el 277 aniversario del hallazgo de la Virgen de Suyapa con un profundo fervor y gratitud hacia su patrona.
La devoción hacia la Morenita, como es conocida cariñosamente, se reflejó en el testimonio de numerosos peregrinos que relataron haber recibido milagros por su intercesión.
Como ya es tradición, este año no fue la excepción al presenciar a varios feligreses caminar de rodillas hacia el altar, cumpliendo así sus promesas en agradecimiento por los milagros recibidos.
La celebración atrajo a más de un millón de personas, provenientes en su mayoría del interior del país, quienes se unieron en este día tan especial.
Durante la misa oficiada por el arzobispo de Tegucigalpa, monseñor José Vicente Nácher, se hizo una oración especial por las mujeres que, con amor y valentía, han dicho sí a la vida, siguiendo el ejemplo de la Virgen María.
El arzobispo pidió a la Virgen de Suyapa que mirara con misericordia a esas madres valientes que día tras día sacan adelante a sus hijos, incluso en medio de incomprensiones y abandono.
El 3 de febrero de 1747 marca el día en que dos agricultores de Suyapa, Alejandro Colindres y el joven Lorenzo Martínez Calona, encontraron la imagen de la Virgen María. Este evento marcó el inicio de una profunda devoción que ha perdurado a lo largo de los siglos.
En 1925, el papa Pío XII declaró a Nuestra Señora de Suyapa como la Patrona de la República de Honduras, y se estableció el 3 de febrero como el día de la celebración patronal, con misa y oficio propios.
La imagen de Nuestra Señora de Suyapa, que mide seis centímetros y medio, es una obra muy antigua, posiblemente elaborada con devoción por algún artista aficionado.
Su rostro ovalado, mejillas redondeadas y cabello lacio que llega hasta los hombros reflejan la nobleza de la raza indígena, capturando la devoción y la fe del pueblo hondureño a lo largo de los años.
