En exclusiva para Infobae Ineco brindó una serie de acciones para plantearse cambios en la vida cotidiana y, de ese modo, lograr alcanzar objetivos.
Por Infobae
En los primeros meses del año, las personas suelen planificar nuevos proyectos y objetivos a cumplir, en los que luego se focalizan para poder alcanzarlos. Ejemplos de algunos de ellos podrían ser: disfrutar más tiempo junto con sus seres queridos; llevar adelante un estilo de vida saludable; ejercitarse con mayor frecuencia y no gastar de más.
En ese sentido, al transcurrir el tiempo, se suele convertir en algo desafiante poder convertir esas buenas intenciones en hábitos. Sin embargo, si bien puede parecer una tarea compleja, es importante comprender que es posible lograrlo, dado que los seres humanos poseen habilidades que conservan a lo largo de la vida, como adaptarse y reorganizarse en función de la experiencia.
Esta capacidad con la que cuenta el cerebro es la que se conoce con el concepto de neuroplasticidad.
La doctora María Roca, Coordinadora Científica de Fundación INECO y directora de INECO Organizaciones, afirmó que “el cerebro busca aprovechar al máximo los recursos con los que cuenta. Por este motivo, es frecuente que, aunque en muchas ocasiones uno desee conseguir un determinado fin que se plantea, esta situación se vuelva compleja dado que todo cambio involucra un proceso de esfuerzo y desgaste, y significa salir de la zona de confort”.
En línea con ello, la profesional explicó que “diversos estudios que se han realizado acerca del cerebro han afirmado en distintas oportunidades que, por ejemplo, muchas de nuestras decisiones descansan en procesos automáticos y atajos cognitivos, con el objetivo de ahorrar recursos para poder enfrentar la complejidad del mundo que nos rodea. Así es como también, al momento de realizar determinadas actividades, generalmente optamos por repetir aquellas a las cuales ya estamos acostumbrados y solemos ser más resistentes ante los cambios”.
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