El papa Francisco instó a promover un diálogo basado en el encuentro entre investigadores de diversas culturas y religiones, al recibir a miembros del Comité de Ciencias Históricas.
Alertó sobre la peligrosa fragmentación mundial y la necesidad de escucharse libres de ideologías. Pidió a los estudiosos continuar abriendo horizontes de entendimiento.
Explicó que la Iglesia no pertenece a ninguna cultura en particular, sino que desea nutrir con el Evangelio el corazón de todas. Se opone a la incivilidad del enfrentamiento.
El Papa los invitó a ofrecer una contribución específica al diálogo entre la iglesia y el mundo contemporáneo.