Tegucigalpa – El diputado del Partido Liberal, Yuri Sabas, ha denunciado que más de 30 mil empleos en la agroindustria de la zona sur de Honduras están en peligro debido a la negativa del Gobierno a renovar el Régimen de Importación Temporal (RIT) y otros beneficios fiscales.
Según Sabas, esta situación podría llevar al cierre de muchas empresas agroindustriales, afectando la economía de la región y la competitividad de productos como el melón y el camarón en el mercado internacional.
Sabas expresó su preocupación por la posibilidad de que el Gobierno imponga más impuestos a estos productos, lo que dificultaría aún más su capacidad para competir con países donde los costos de producción son más bajos. «La agroindustria del sur produce para exportación y debe competir con países donde los costos de producción son más bajos. Si aquí se gravan más impuestos, estos productos no podrán competir con productores que tienen mejores condiciones», afirmó el diputado.
El sector agroindustrial en el sur del país es un pilar fundamental para la generación de empleo y el desarrollo económico. Sabas subrayó la importancia de mantener los regímenes fiscales que permiten a estas industrias operar de manera competitiva. «Hay ciertos regímenes que no quieren renovar, lo que hará imposible competir», reiteró.
El diputado hizo un llamado urgente al Gobierno para que no destruya la agroindustria del sur, insistiendo en la necesidad de evitar políticas que pongan en riesgo los empleos de miles de trabajadores. «Cero politiquerías; en el sur están en riesgo 30 mil empleos», insistió.
Productos como el melón, el okra y el camarón, que son esenciales para la economía de la región, están particularmente amenazados. Sabas criticó a algunos políticos que no comprenden las implicaciones de gravar estos productos con más impuestos, destacando que una libra de camarón de Honduras tiene que competir con una libra de camarón de Ecuador, que tiene costos de producción más bajos.
Finalmente, Sabas criticó la intención del Gobierno de imponer más impuestos, sugiriendo que esta medida solo busca beneficiar a los políticos y no a la población. «Esta necesidad de querer poner más impuestos es para que el político tenga más dinero en la bolsa, no es para la población», concluyó.
Esta situación pone en relieve la importancia de políticas fiscales que apoyen la competitividad de la agroindustria hondureña, especialmente en regiones donde la economía depende en gran medida de la exportación de productos agrícolas.