Tegucigalpa – Dante Mossi, ex presidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), vivió momentos de tensión al ser víctima de un asalto a mano armada en Tegucigalpa. El incidente, que se suma a la creciente ola de violencia en la ciudad, fue dado a conocer por el propio Mossi a través de sus redes sociales.
En su publicación, Mossi expresó su gratitud hacia la Policía Nacional de Honduras, que actuó con prontitud y logró recuperar su teléfono celular robado durante el asalto.
Pese a este pequeño alivio, el exfuncionario denunció que los responsables del asalto fueron una pareja, quienes hasta el momento no han sido detenidos. Mossi enfatizó la necesidad de priorizar la seguridad ciudadana y expresó su confianza en que la justicia localizará y procesará a los delincuentes.
Este incidente no solo pone de relieve la situación personal de riesgo que enfrentó Mossi, sino que también refleja un problema más amplio en Honduras.
A pesar de las afirmaciones de las autoridades sobre una reducción en los niveles de violencia, la percepción de inseguridad entre los ciudadanos sigue siendo alta. Los asaltos, tanto en espacios públicos como privados, son frecuentes y contribuyen a un ambiente de temor y desconfianza hacia la efectividad de las medidas de seguridad actuales.
La población hondureña sigue enfrentando una violencia diaria que se extiende desde las calles hasta los hogares, desafiando las estadísticas oficiales y llamando a un examen más crítico y a una respuesta más efectiva por parte del gobierno.
El caso de Mossi resalta la urgencia de reforzar la seguridad y garantizar la paz y tranquilidad que la ciudadanía demanda.