Tegucigalpa – El director ejecutivo de la Secretaría de Transparencia, Jorge Arturo Reina García, recientemente afirmó que, tras dos años de gestión bajo el gobierno de la presidenta Xiomara de Zelaya, no se ha registrado «ni un solo escándalo de corrupción».
Reina García expresó su confianza en los esfuerzos preventivos que está llevando a cabo la secretaría, señalando que los problemas que han surgido son considerados menores y no escalan al nivel de corrupción sistemática o escandalosa.
«Nosotros, a ciencia cierta, sabemos que no ha habido ni un solo escándalo de corrupción. Ha habido problemas menores, pero el esfuerzo de la prevención está dando resultado», dijo Reina García.
Este enfatizó que la Secretaría de Transparencia no actúa como un ente investigador o sancionador, sino que su labor principal es la prevención de actos corruptos dentro del gobierno.
Reina García también detalló que la secretaría actúa basándose en dos fuentes principales de información: las denuncias directas de la ciudadanía y los hallazgos de organismos investigadores o periodistas.
En respuesta a casos específicos que han llamado la atención pública, como el pago de sueldos exorbitantes a familiares de la ministra de Salud, Carla Paredes, mencionó que se envió una delegación de la Secretaría de Transparencia al Ministerio de Salud para abordar las denuncias.
Además, en relación con el escándalo sobre la sobrevaloración en la construcción de una cancha en el estadio nacional Chelato Uclés, indicó que toda la información relevante fue remitida a los órganos competentes para su revisión y acción correspondiente.
Por otro lado, la directora ejecutiva del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Gabriela Castellanos, presentó una perspectiva diferente, sugiriendo que aún persiste un nivel significativo de corrupción dentro del estado y el gobierno.
«Todavía tenemos en el Estado y en el Gobierno muchas personas involucradas en temas de corrupción», declaró Castellanos, insinuando que estas actividades corruptas podrían estar influyendo en la estructura del poder y limitando la oposición efectiva al gobierno.
Castellanos, aunque no especificó la extensión de la corrupción, afirmó que desde el CNA se continúan presentando líneas de investigación para abordar y exponer la corrupción cuando es detectada.
Este contraste entre las declaraciones de Reina García y Castellanos destaca la compleja naturaleza de la lucha contra la corrupción en Honduras, revelando diferencias en la percepción y enfoques de las agencias gubernamentales y de vigilancia anticorrupción.