Tegucigalpa – En un contexto de dificultades económicas persistentes, el 40% de las familias hondureñas dependen significativamente de las remesas enviadas desde el extranjero, principalmente desde Estados Unidos, reveló Santiago Herrera, gerente de política económica del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), este miércoles.
«Un solo ingreso no es suficiente para vivir. Es doloroso que el 40 % de los hogares en Honduras estén viviendo de las remesas porque no tienen oportunidades de empleo», afirmó Herrera.
Herrera destacó que esta dependencia de las remesas no augura nada bueno para la estabilidad económica de Honduras, ya que subraya la urgencia de generar empleos formales y fomentar una inversión robusta dentro del territorio nacional.
“Perdimos 41 mil puestos de trabajo en 2023 por las condiciones del mercado internacional y porque se anunció que se les quitarían los incentivos, y no hay seguridad jurídica”, explicó el economista.
Además, el representante de COHEP resaltó que la pobreza sigue siendo un desafío crítico, con siete de cada diez hondureños viviendo bajo el umbral de pobreza, y de ellos, cuatro enfrentan condiciones de pobreza extrema.
La creación de empleos formales se perfila como una necesidad inmediata para revertir estas tendencias preocupantes.