TEGUCIGALPA, HONDURAS – En un esfuerzo por borrar las huellas del control de pandillas y mejorar la imagen de Comayagüela, un grupo de personas privadas de libertad del Centro Penitenciario Nacional de Támara participó este lunes en una jornada de eliminación de grafitis.
Los internos, que forman parte de un programa de rehabilitación, se encargaron de pintar sobre los «placazos» que marcaban territorios de diversas maras y pandillas en la zona.
Bajo la supervisión de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), los reclusos, vestidos con overoles anaranjados y grilletes en sus pies, usaron rodillos para cubrir los grafitis con pintura gris.
Estos grafitis, ubicados en las paredes de edificios de diferentes sectores de Comayagüela, habían sido una fuente de miedo para los residentes locales y una vista desagradable para los visitantes extranjeros.
Uno de los internos involucrados en la actividad expresó: “Lo que estamos tratando de hacer es demostrarle al pueblo, lo que realmente está pasando en la cárcel, nosotros nos estamos rehabilitando”.
Esta iniciativa es parte de un esfuerzo más amplio del Instituto Nacional Penitenciario (INP) para mostrar los avances en la rehabilitación, reeducación y reinserción social de los internos.
El INP subraya que actividades como estas no solo ayudan a limpiar la imagen urbana, sino que también son cruciales para la rehabilitación de los internos, proporcionándoles una oportunidad para contribuir positivamente a la sociedad y prepararse para una futura reintegración.