San Pedro Sula— El Juzgado de Letras programó para el próximo martes 13 de agosto a las 9:00 de la mañana, la audiencia de conciliación entre el presidenciable Luis Zelaya y el jefe de la bancada liberal, Mario Segura, tras aceptar la querella interpuesta por Zelaya por supuestos delitos de calumnia y difamación.
Los magistrados, al revisar la querella presentada, encontraron indicios suficientes de los cuatro delitos de difamación alegados, dando curso al debido proceso. “La justicia ha reconocido la seriedad de las acusaciones y por ello se ha admitido la querella”, indicó Luis Zelaya.
Zelaya exige que se respete el debido proceso y se establezca un precedente en la política hondureña: se pueden tener diferencias y posturas distintas, pero no se debe recurrir a la difamación o calumnias, ya que constituyen un delito. “Es crucial que en política aprendamos a disentir sin recurrir a la calumnia”, advirtió Zelaya.
El conflicto surgió cuando Segura acusó a Zelaya de recibir pagos indirectos de Casa Presidencial, lo cual Zelaya negó rotundamente. “Nunca he recibido pagos de Casa Presidencial.
Si Segura sostiene lo contrario, debe retractarse o presentar pruebas contundentes”, aseveró Zelaya. Según él, si Segura presenta cheques falsos como evidencia, esto podría sumar un delito de falsificación de documentos públicos a la querella.
La situación ha generado gran expectativa en el ámbito político, pues establecerá un precedente importante sobre la conducta y las acusaciones dentro del espectro político de Honduras.
