Tegucigalpa – La situación política en Honduras se agrava tras la divulgación de un video que involucra al cuñado de la presidenta Xiomara Castro, Carlos Zelaya, en negociaciones con narcotraficantes, lo que ha generado fuertes llamados a su renuncia y una reconsideración de su decisión de poner fin al tratado de extradición con Estados Unidos.
El video, revelado por la organización estadounidense InSight Crime, muestra a Carlos Zelaya, hermano del expresidente Manuel Zelaya, en conversaciones con narcotraficantes hondureños, entre ellos Devis Leonel Rivera Maradiaga, exlíder del cartel Los Cachiros. En la grabación, se escucha a Rivera proponiendo un soborno al Partido Libertad y Refundación (Libre), mientras Zelaya sugiere que «la mitad debe ir para el comandante», en referencia a su hermano.
La divulgación del video ha generado una ola de críticas y condenas, tanto de la oposición como de miembros del propio partido oficialista. Maribel Espinoza, diputada de la oposición, calificó como un grave error la decisión de Castro de denunciar el tratado de extradición con Estados Unidos, señalando que esta medida solo traerá más violencia al país. “Eso solo significa sangre y lágrimas para los hondureños”, declaró Espinoza.
El gobierno de Castro notificó oficialmente la ruptura del tratado el 28 de agosto, tras las críticas de la embajadora de Estados Unidos, Laura Dogu, sobre una reunión entre autoridades hondureñas y el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, sancionado por Washington.
Espinoza advirtió que el fin del tratado de extradición podría abrir la puerta a un resurgimiento del narcotráfico en Honduras, y expresó su temor de que el país vuelva a convertirse en un «paraíso de narcos». La diputada también instó a la presidenta a reconsiderar su decisión y evitar enviar un mensaje negativo a la comunidad internacional.
El diputado oficialista Rasel Tomé también se sumó a las voces que piden prudencia. En un mensaje publicado en la red social X, Tomé destacó la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, y solicitó a Castro que reevalúe la decisión de terminar con el tratado de extradición.
Con la creciente presión interna y externa, el gobierno de Castro enfrenta una crisis que podría tener profundas repercusiones tanto en la política interna como en las relaciones con la comunidad internacional, especialmente con Estados Unidos.
