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Cardenal Rodríguez pide a hondureños no ser indiferentes ante el dengue y el coronavirus

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Tegucigalpa. – En su homilía dominical, celebrada en la santa catedral San Miguel Arcángel de Tegucigalpa, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga afirmó que el dengue es más peligroso que el coronavirus porque ha cobrado más vidas de hondureños, pero en ambos casos pidió no ser indiferentes y seguir las recomendaciones de la medicina.

El cardenal aseguró que los hondureños debemos ser corresponsables y acatar los lineamientos que dicen los expertos de la salud para seguir evitando que el dengue cobre más vidas.

Con respecto al coronavirus, el máximo jerarca de la Iglesia Católica en Honduras reflexionó sobre como un microorganismo ha puesto de rodillas al mundo, doblegando a aquellos que por tener el poder de las armas y ejércitos son soberbios.

“Es cierto que estamos en una emergencia muy grande, en este mundo de Dios con ese coronavirus, pero atención queridos hermanos, el dengue es mucho peor y ha causado muchísimas más muertes y somos indiferentes y sigue proliferando; uno de los propósitos cuaresmales, tiene que ser cada bautizado ser corresponsable”, resaltó.

Enfatizó que al país “todavía no ha llegado el coronavirus gracias a Dios, pero debemos prevenir, sabemos que Dios nos ha dado la inteligencia para poder seguir los lineamientos de la salud, por consiguiente, con eso estamos haciendo también un camino cuaresmal, buscar, no esperar que todo venga de otros, a ver si el Ministerio de Salud va a dar soluciones o prevención, claro que lo tiene que hacer, pero cada uno de nosotros tiene que ser corresponsable”.

Rodríguez Maradiaga recomendó a los feligreses católicos a recibir la santa comunión, o mejor conocida como hostia, en la palma de la mano, ya que por la saliva es más fácil el contagio del patógeno viral.

El también arzobispo de Tegucigalpa, hizo un llamado a los hondureños a seguir las instrucciones sanitarias, que, aunque el Covid-19 no ha llegado al país, hay que prevenirlo.

Por otro lado, Rodríguez preguntó “cuánta necesidad tenemos en Honduras de salir de las tinieblas del mal, de la violencia, de la muerte, seguimos matándonos entre nosotros mismos, cuándo vamos a entender que la vida es sagrada, que nadie le puede quitar la vida a nadie”.

“Honduras no puede continuar así, si no dejamos entrar a Dios en nuestros corazones, esto puede convertirse y seguir siendo un matadero y no, Dios quiere que vivamos en paz, en el respeto de la vida, en el respeto de cada uno y cada una, pero esto sólo puede suceder si abrimos nuestros corazones a la palabra de Dios, a la luz de Dios, Dios incluso en la noche más oscura, Jesús es la luz que no se apaga”, acotó.

Agregó que todos necesitamos esa luz interior para superar las pruebas de la vida, y hay ocasiones en nuestra vida que nos sentimos tan contentos en una reunión familiar, en un cumpleaños, en una graduación, en tantas ocasiones de la vida y sentimos la alegría y se puede decir lo mismo de Pedro, Santiago y Juan, qué bueno es que estemos aquí.

Aludió al papa Francisco quien ha manifestado que qué bien nos toca estar en zona de confort, pero hay que salir de ella. “Se oye una voz desde la nube que decía: este es mi hijo amado en quien me complazco, escúchenlo, caramba, si escuchásemos, si escuchásemos que aún la persona más pobre, más humilde, más marginada, es también una hija o un hijo, cómo cambiaría nuestra vida, la identidad profunda de Jesús es un hijo amado, pero todo ser humano es también un hijo amado de Dios y entonces ese es el núcleo del evangelio de hoy”, señaló.

Cada uno de nosotros debe destinar un poquito de tiempo para hacer silencio y sentir esa voz de Dios, agregó el prelado quien recalcó que en este período de la cuaresma tenemos que abrirle un espacio a Dios.

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