Washington – En el contexto de unas elecciones presidenciales altamente competitivas, el expresidente Donald Trump ha tomado la delantera con 178 votos electorales, mientras que la actual vicepresidenta Kamala Harris ha asegurado hasta ahora 99 votos. La contienda, marcada por una intensa polarización, se desarrolla con resultados que reflejan un país dividido.
Trump ha logrado victorias en estados clave como Indiana, Kentucky, Florida y Texas, entre otros, consolidando su posición en el Colegio Electoral. En contraste, Harris ha obtenido triunfos en estados como Vermont, Maryland y Nueva York, aunque su número de votos electorales es significativamente menor.
Las proyecciones de los medios estadounidenses, incluyendo Associated Press y cadenas como Fox News y NBC, han sido fundamentales para seguir el desarrollo de la jornada electoral. Con los colegios electorales de estados bisagra como Georgia y Carolina del Norte cerrando sus urnas, la atención se centra en cómo estos resultados influirán en el conteo final.
A medida que avanza el escrutinio, se espera que los resultados de Georgia, donde Trump lidera por 13 puntos con un 35% de los votos escrutados, y Carolina del Norte, donde la competencia es reñida, sean determinantes para la carrera. Ambos candidatos necesitan alcanzar los 270 votos electorales necesarios para ganar en un total de 538.
Las proyecciones de la agencia Associated Press y otras cadenas como Fox News y NBC han sido fundamentales para seguir el desarrollo de la jornada. La atención se centra ahora en los estados bisagra, especialmente Georgia y Carolina del Norte, donde los resultados son cruciales para determinar quién alcanzará los 270 votos electorales necesarios para ganar la presidencia.
La dinámica electoral también ha estado marcada por acusaciones de fraude. Trump ha sembrado dudas sobre la integridad del proceso en algunas áreas, mientras que funcionarios locales han desestimado estas afirmaciones como infundadas.
Con el paso de las horas y a medida que se cierran más colegios electorales, tanto Trump como Harris se preparan para una noche decisiva que podría definir el rumbo del país durante los próximos cuatro años. La incertidumbre persiste mientras los estadounidenses esperan conocer quién será el próximo inquilino de la Casa Blanca.