Tegucigalpa – En una noche electoral que refleja la profunda división del país, Donald Trump ha conseguido una ventaja preliminar sobre Kamala Harris en la carrera por la Casa Blanca, acumulando 230 delegados contra 187, según reportan los principales medios estadounidenses.
El mapa electoral muestra un patrón ya familiar: Trump domina el centro y sur del país, asegurando estados tradicionalmente conservadores como Texas, Florida y Ohio, junto con la región conocida como el «cinturón bíblico». Su victoria en estos territorios confirma el sólido apoyo que mantiene en las zonas rurales y estados agrícolas.
Por su parte, Harris ha consolidado la presencia demócrata en las costas, conquistando bastiones progresistas como California, Nueva York y los estados de Nueva Inglaterra. El dominio demócrata en estos estados altamente poblados y urbanos mantiene la contienda reñida.
El camino hacia la presidencia requiere alcanzar el número mágico de 270 delegados en el Colegio Electoral, un sistema único donde 538 compromisarios representan la voluntad de sus estados. Bajo este mecanismo, el ganador de cada estado obtiene la totalidad de sus delegados, con las excepciones de Nebraska y Maine, que distribuyen sus votos de manera proporcional.
La noche electoral sigue desarrollándose y varios estados clave aún no han completado su conteo, manteniendo al país en vilo mientras se define quién ocupará el Despacho Oval.
