Tegucigalpa – La furia de la depresión tropical Sara ha dejado una estela de destrucción sin precedentes en Honduras, superando este domingo la alarmante cifra de 110 mil afectados y paralizando la comunicación con más de mil 700 comunidades en 15 departamentos del país, según el último balance de la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco).
El impacto devastador del fenómeno meteorológico ha forzado la evacuación de 8,416 hondureños, mientras que 5,057 personas han debido buscar refugio en albergues temporales.
La crisis habitacional se agudiza con 2,534 viviendas dañadas y 209 completamente destruidas, dejando a más de 10 mil personas en condición de damnificados.
«Honduras demuestra una vez más su extrema vulnerabilidad ante los fenómenos naturales», advierten las autoridades, mientras la emergencia continúa expandiéndose.
La Alcaldía del Distrito Central evalúa elevar su nivel de alerta, actualmente en amarilla, mientras Omoa y Puerto Cortés permanecen bajo alerta roja.
Aunque Sara se degradó de tormenta tropical a depresión y abandonó el territorio nacional la noche del sábado, su amenaza persiste.
Los meteorólogos anticipan que el sistema continuará generando lluvias hasta el mediodía de este lunes, lo que podría agravar la situación en las 68 municipalidades ya afectadas.
La magnitud del desastre ha puesto en evidencia, una vez más, la fragilidad de la infraestructura nacional ante eventos climatológicos, provocando estragos significativos en cuestión de horas y dejando un largo camino hacia la recuperación.