Tegucigalpa – La tensión política en Honduras escaló dramáticamente cuando Sara Zavala, precandidata a diputada por el Partido Nacional, fue agredida presuntamente por simpatizantes del Partido Libertad y Refundación (Libre) en un hotel capitalino donde se realizaban trámites de inscripción de sus planillas ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).
La escena conmocionó a los presentes cuando Zavala apareció con su rostro ensangrentado, denunciando una agresión por parte de lo que describió como «una turba de Libre». El incidente ocurrió en pleno proceso de presentación de documentos para la inscripción de movimientos que participarán en las próximas elecciones primarias.
«Este tipo de violencia atenta contra los principios democráticos y la paz», declaró Nasry Tito Asfura, precandidato presidencial nacionalista, en una rápida condena al incidente a través de su cuenta en la red social X.
La reacción más contundente vino del jefe de la bancada nacionalista en el Congreso Nacional, Tommy Zambrano, quien acusó directamente a Libre de «sembrar odio y división en la familia hondureña» y aseguró que estos actos son promovidos «desde casa presidencial». El funcionario aprovechó para advertir que «tienen los días y las horas contadas».
Mientras el Partido Libre mantiene silencio sobre las acusaciones, el incidente ha encendido las alarmas sobre la creciente violencia política en el país, justo cuando los partidos se preparan para las próximas contiendas electorales.