Tegucigalpa – La devastación causada por la tormenta tropical Sara en Honduras alcanzó dimensiones trágicas con la confirmación de tres fallecidos, incluido el pequeño Mateo Ramos Cruz, de apenas tres años, quien perdió la vida en las aguas del río Jalegua, según informó hoy la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias (Copeco).
«El dolor embarga mi corazón de madre», expresó la presidenta Xiomara Castro al referirse a la muerte del menor, en un momento en que el país enfrenta una de sus peores crisis humanitarias recientes, con más de 123 mil hondureños afectados por el meteoro.
El balance es devastador: 7,804 familias damnificadas, 2,786 evacuadas y 1,923 requiriendo albergue, mientras las autoridades han logrado rescatar a 7,654 personas. La búsqueda continúa por dos desaparecidos, mientras se reportan cuatro personas heridas.
La infraestructura nacional ha sufrido un golpe severo, con pérdidas estimadas en 480 millones de lempiras, cifra que podría aumentar según advierte el ministro de Infraestructura y Transporte. El panorama es desolador: 3,212 viviendas afectadas, 226 destruidas y 1,794 comunidades incomunicadas por cortes de energía o vías intransitables.
Aunque Sara se ha disipado sobre la península de Yucatán, sus remanentes continúan amenazando las regiones sur y suroccidente del país con lluvias y actividad eléctrica, mientras el sector agrícola y ganadero reporta pérdidas millonarias que amenazan la economía nacional.