Tegucigalpa – Una semana después del paso de la Tormenta Tropical Sara por Honduras, cientos de familias continúan enfrentando dificultades para regresar a sus hogares, mientras luchan contra la falta de servicios básicos y el temor a nuevas lluvias.
Las autoridades reportan que 1,473 albergues fueron habilitados en los departamentos de Yoro, Cortés y Santa Bárbara.
«No tenemos agua potable para limpiar nuestras casas», relató María Elena Cerén, una de las afectadas en Cortés, quien planea regresar a su vivienda esta noche pese a las condiciones adversas.
Similar situación enfrentan los residentes del barrio Suyapa, en San Pedro Sula, donde el agua y el lodo persistente complican el retorno de los damnificados.
En La Ceiba, Atlántida, la situación es aún más dramática. Las familias de la colonia Suyapa, afectadas por la crecida de la quebrada de Adán, han regresado a sus hogares para encontrarlos completamente devastados, «sin tener donde dormir», según testimonios de los vecinos.
Los Bomberos y voluntarios continúan apoyando el retorno de las familias, como se evidenció en el albergue de la escuela Marco Aurelio Pinto de la colonia Infop, donde coordinaron el traslado de varios damnificados durante el mediodía.
Alberto López, meteorólogo de COPECO, advierte que la situación podría complicarse: se pronostican nuevas lluvias con acumulados de 10 milímetros debido a una masa de aire frío que permanece sobre el territorio nacional, que además provocará bajas temperaturas en San Pedro Sula.
Las autoridades esperan que entre martes y miércoles la mayoría de los damnificados puedan regresar a sus viviendas, aunque muchos deberán enfrentar arduas labores de limpieza y reconstrucción. Mientras tanto, la preocupación por la seguridad de sus pertenencias impulsa a varios a retornar incluso antes de que las condiciones sean óptimas.