Tegucigalpa – La tensión aumenta en el departamento de Gracias a Dios tras el anuncio de la construcción de una megacárcel en El Mocorón, con una delegación de líderes misquitos que se moviliza este viernes hacia la zona del proyecto para expresar su rechazo frontal a la iniciativa gubernamental que pretende albergar a 20 mil privados de libertad.
Carlos Paz, director ejecutivo de Cáritas Honduras zona norte, expresó su preocupación por el impacto que tendría el Centro de Reclusión de Emergencia (CRE) tanto en los privados de libertad y sus familias como en el medio ambiente, instando a las autoridades a reconsiderar la ubicación del proyecto.
El coronel Ramiro Muñoz, titular del sistema nacional penitenciario, reconoció la necesidad de socializar el proyecto y cumplir con el Convenio 169 de la OIT, que exige consulta previa e informada con las comunidades indígenas afectadas.
«Si se habla con las comunidades y se respeta el procedimiento, no debería haber problemas», señaló Muñoz, marcando una postura que parece distanciarse de la línea oficial.
La controversia se ha intensificado esta semana con protestas de las fuerzas vivas de Gracias a Dios, quienes denuncian la falta de consulta previa establecida en el Convenio 169 de la OIT.
Las organizaciones defensoras de derechos indígenas han exigido al gobierno garantizar el cumplimiento de los procedimientos legales internacionales antes de avanzar con el proyecto.
La movilización de los líderes territoriales misquitos representa una escalada en la tensión entre las comunidades locales y las autoridades gubernamentales, evidenciando la necesidad de un diálogo efectivo y el respeto a los derechos de los pueblos indígenas en la toma de decisiones que afectan sus territorios.