Tegucigalpa – En una revelación que amenaza con sacudir los cimientos políticos de Honduras, la presidenta del Partido Salvador de Honduras (PSH), Fátima Mena, ha comentado sobre las recientes acusaciones de soborno que involucran a los tres principales partidos políticos del país.
Las declaraciones surgen tras el testimonio de Devis Leonel Rivera Maradiaga, líder de la organización criminal Los Cachiros, durante un juicio en Estados Unidos.
Rivera Maradiaga, durante la audiencia del caso contra el exdiputado Midence Oquelí Martínez, confesó haber realizado pagos ilícitos a representantes de los partidos Liberal, Nacional y Libre, exponiendo una presunta red de corrupción que atraviesa el espectro político hondureño.
«Estas revelaciones no son sorpresivas, son historias que la sociedad hondureña conoce desde hace tiempo y que ahora se confirman en los tribunales estadounidenses», señaló Mena, quien advierte sobre la grave crisis institucional que enfrenta el país.
La situación se torna más preocupante ante la actual coyuntura política, donde varios de los presuntos implicados continúan activos en la arena electoral. «Resulta alarmante que entre los actuales precandidatos presidenciales existan personas con vínculos comprobados con el narcotráfico», denunció la diputada.
La parlamentaria enfatiza la urgente necesidad de una renovación en la clase política hondureña, aunque reconoce la falta de voluntad para implementar cambios significativos.
Este escenario plantea serios cuestionamientos sobre la integridad del sistema político y la influencia del crimen organizado en las instituciones del Estado.
Las declaraciones de Mena ponen de manifiesto la profunda crisis que enfrenta la democracia hondureña, donde la infiltración del narcotráfico en las estructuras políticas tradicionales amenaza con socavar los fundamentos del Estado de derecho y la gobernabilidad del país centroamericano.
