Tegucigalpa – En medio de crecientes desafíos en la lucha contra el crimen organizado, el Fiscal Adjunto de Honduras, Marcio Cabañas, ha enfatizado la urgente necesidad de renovar el tratado de extradición con Estados Unidos antes de su vencimiento en febrero de 2025, calificándolo como una herramienta fundamental para la justicia hondureña.
En declaraciones a la prensa, Cabañas detalló que, si bien existen mecanismos alternativos como las alertas rojas de Interpol y las asistencias judiciales para la captura de prófugos en el extranjero, el tratado de extradición representa un instrumento vital para la cooperación internacional en materia judicial.
Paralelamente, el Ministerio Público ha tomado la determinación de enviar un equipo especializado de fiscales a Nueva York para dar seguimiento al juicio contra el exdiputado Midence Oquelí.
Estos fiscales, expertos en la materia, tendrán la tarea de documentar y recopilar información judicial relevante que podría abrir una segunda línea de investigación.
Sin embargo, la institución enfrenta serios obstáculos operativos debido a severas limitaciones presupuestarias. Cabañas reveló que el actual presupuesto «raquítico» dificulta el avance en la investigación de 160 casos pendientes.
«No podemos abordar efectivamente estos casos sin los recursos necesarios para contratar fiscales, investigadores y médicos forenses», señaló el funcionario.
Esta situación pone de manifiesto la compleja realidad que enfrenta el sistema judicial hondureño: por un lado, la necesidad de fortalecer los mecanismos de cooperación internacional en la lucha contra el crimen organizado, y por otro, las significativas limitaciones presupuestarias que obstaculizan la efectiva administración de justicia en el país centroamericano.