El ejército ucraniano reveló este martes una intensa ofensiva rusa en la región de Kursk, que involucra supuestamente a tropas norcoreanas, mientras el presidente Volodímir Zelenski hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para fortalecer el apoyo militar en medio de un conflicto que continúa escalando.
Por Infobae
El comandante en jefe del ejército ucraniano, Oleksandr Sirski, informó que desde hace tres días Rusia está desarrollando operaciones ofensivas en la región fronteriza de Kursk, utilizando de manera significativa unidades del ejército norcoreano. Según Sirski, estos efectivos ya han sufrido “grandes pérdidas” durante los combates.
La Fuerzas de Operaciones Especiales del Ejército ucraniano dijeron posteriormente que habían eliminado en tres días a 50 soldados enviados por Kim Jong-un.
Las agencias de inteligencia de Ucrania, Estados Unidos y Corea del Sur coinciden en señalar que Corea del Norte ha desplegado aproximadamente 10.000 soldados en territorio ruso para apoyar las operaciones militares. La región de Kursk, que está parcialmente ocupada por fuerzas ucranianas desde agosto pasado, se ha convertido en un nuevo escenario de confrontación en la guerra iniciada por Rusia en febrero de 2022.
Mientras tanto, Zelenski suplicó el martes a otros países que envíen “urgentemente” más ayuda a las tropas ucranianas, que luchan contra fuerzas rusas mejor equipadas en varias partes del frente de guerra.
En vísperas de una reunión crucial en Bruselas, el mandatario ucraniano que los líderes internacionales discutirían “cómo fortalecer urgentemente a Ucrania en el campo de batalla, política y geopolíticamente”.
El contexto militar actual muestra una situación particularmente compleja en el frente oriental. Según Sirski, las zonas más críticas se concentran alrededor de Kurakhove y la localidad minera de Pokrovsk, dos posiciones estratégicas que Rusia busca controlar. De hecho, el ejército de Moscú ya reportó haber tomado un pequeño pueblo en Donetsk, a diez kilómetros al sur de Kurakhove.
Desmantelada una red de espionaje ruso
En paralelo a los combates, Ucrania ha revelado importantes acciones de contrainteligencia. El Servicio de Seguridad ucraniano (SBU) desmanteló una red de espionaje ruso compuesta por 12 agentes e informantes que intentaban localizar la ubicación de los nuevos aviones de combate F-16 suministrados por Occidente.
Los agentes, cuya operación abarcaba cinco regiones del país, buscaban identificar los aeródromos militares secretos donde se encuentran estos cazas. Además, realizaban labores de reconocimiento sobre las posiciones de sistemas de defensa antiaérea y trataban de localizar empresas productoras de equipamiento de guerra electrónica para contrarrestar drones.
El SBU logró detener a cuatro de estos agentes, quienes podrían enfrentar penas que van desde los ocho años hasta la cadena perpetua si son declarados culpables. La ubicación de los F-16 es considerada información ultrasecreta, más aún después de que uno de estos aviones se estrellara en agosto, causando la muerte del piloto.
Denuncias de abusos en el ejército ucraniano
La guerra también está generando tensiones internas en las fuerzas armadas ucranianas. Las autoridades iniciaron procedimientos penales contra comandantes de una brigada tras denuncias de malos tratos a las tropas. La Fiscalía General investiga casos de violencia física, extorsión y abuso de poder disciplinario.
Un caso que ha generado particular indignación involucra al comandante de pelotón Vladyslav Pastukh, de la brigada 211, acusado de golpear a soldados ebrios y extorsionarlos.
El respetado sitio web de noticias Ukrainska Pravda había publicado el martes un reportaje en el que se afirmaba que Pastukh abusaba de los soldados sin afrontar consecuencias, ya que su padre era el jefe de Estado Mayor de la brigada.
El reportaje incluía una fotografía de un hombre posando delante de un soldado, con el rostro borroso, atado a una cruz de madera.
El defensor de derechos humanos ucraniano, Dmytro Lubinets, calificó estos hechos como “un fenómeno vergonzoso” que no debe existir en las fuerzas armadas.
Los militares también denunciaron en las redes sociales la corrupción y el alcoholismo en el seno del ejército, que lucha contra las fuerzas rusas en una guerra que dura ya casi tres años.
