Tegucigalpa – Las secuelas de la tormenta tropical Sara continúan afectando severamente a la población hondureña, con un impacto que se extiende más allá de los daños materiales inmediatos. Según informes oficiales de la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco), más de 100 mil hondureños resultaron afectados por este fenómeno meteorológico.
El meteorólogo Alberto López, portavoz de Copeco, señaló que la situación es particularmente crítica en el norte del país, donde las precipitaciones se han extendido por casi un mes consecutivo. En Choloma, una de las zonas más afectadas, 40 familias —aproximadamente 200 personas— permanecen en albergues temporales y se verán forzadas a celebrar las festividades navideñas lejos de sus hogares.
«La saturación de los suelos supera el 100%, lo que significa que la tierra ha excedido su capacidad de absorción de agua», explicó López, enfatizando que las autoridades no pueden autorizar el retorno de los damnificados hasta que las condiciones de seguridad estén garantizadas.
El impacto económico de la tormenta Sara ha sido devastador para el sector agrícola hondureño, con pérdidas estimadas en 2,468 millones de lempiras. Esta cifra refleja solo una parte del impacto total en la economía nacional, sin considerar los daños a infraestructura y propiedad privada.
Las autoridades mantienen una estrecha vigilancia sobre las condiciones meteorológicas y el estado de las zonas afectadas, priorizando la seguridad de los ciudadanos por encima de consideraciones temporales o festividades, mientras continúan los esfuerzos para proporcionar asistencia a las familias desplazadas.