Tegucigalpa – En un pronunciamiento que sacude el panorama político hondureño, el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga aprovechó su mensaje navideño para exponer las contradicciones entre las promesas gubernamentales y la realidad nacional.
Sus declaraciones, realizadas tras la misa de Navidad en la Basílica Menor de Suyapa, tocan puntos neurálgicos de la actual administración.
La ausencia de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Honduras (CICIH) se ha convertido en el centro de la controversia. A pesar de las cuatro ampliaciones del memorándum de entendimiento con la ONU, los expertos internacionales señalan que Honduras no ha cumplido con las condiciones necesarias para su implementación.
«Hay un mandamiento de la ley de Dios que dice no mentir», expresó el Cardenal, en una clara alusión a las promesas incumplidas del gobierno.
El líder religioso también dirigió sus críticas hacia los privilegios de la clase política, particularmente al polémico «bono navideño» que recibirían los diputados del Congreso Nacional.
En un contraste que refleja la desigualdad social, Maradiaga señaló la situación de los comerciantes afectados por el incendio del mercado Las Américas en Comayagüela, sugiriendo que estos recursos podrían tener un mejor destino.
«No es un grupo que quiere llegar al poder para enriquecerse ilícitamente y después pasar el resto de los días sin trabajar.
Eso no es política, es bandolerismo», enfatizó el Cardenal, haciendo un llamado a la renovación del servicio público en Honduras. Sus palabras resuenan en un momento crucial para el país, cuando se acerca el tercer año de gobierno de la presidenta Xiomara Castro.
En el ámbito espiritual, el arzobispo emérito de Tegucigalpa también expresó su preocupación por la pérdida de valores cristianos, invitando a los hondureños a «dejar las cosas negativas y tanta politiquería» que, según sus palabras, solo genera daño y desperdicio de recursos nacionales.