Tegucigalpa – La designada presidencial Doris Gutiérrez ha generado un nuevo debate en torno a la decisión del gobierno de terminar el tratado de extradición con Estados Unidos, al asegurar que la mayoría de los hondureños respalda la permanencia de este acuerdo.
«Es una medida orientada a poder frenar lo que es el narcotráfico, el crimen organizado», enfatizó la funcionaria.
El tema ha cobrado especial relevancia después de que el canciller Eduardo Enrique Reina confirmara que el tratado llegará a su fin en febrero de 2025.
Sin embargo, Gutiérrez sostiene que aún hay tiempo para reconsiderar esta decisión: «Faltan todavía otros meses. Entonces, hay tiempo de analizar y si es necesario de rectificar de acuerdo a lo que opina la mayoría de la población».
La situación se ha vuelto más compleja con las declaraciones de la ministra de Defensa y precandidata de Libre, Rixi Moncada, quien ha sugerido la importancia de revisar el acuerdo.
El propio canciller Reina ha manifestado apertura a nuevas propuestas de Estados Unidos, aunque advierte sobre posibles usos políticos del mecanismo de extradición.
La decisión de terminar el acuerdo, notificada oficialmente a la Embajada de Estados Unidos el 28 de agosto pasado, ha generado controversia, particularmente por su coincidencia temporal con la difusión de un video que involucra al diputado Carlos Zelaya en presuntas negociaciones con narcotraficantes para financiamiento político en 2013.
El gobierno hondureño mantiene una posición ambivalente: por un lado, no se opone al mecanismo de extradición, pero por otro, expresa preocupaciones sobre su posible instrumentalización política. Esta situación genera incertidumbre sobre el futuro de la cooperación bilateral en materia de lucha contra el crimen organizado.