Tegucigalpa – «Dejen de joder al pueblo», fueron las sorprendentes palabras de Maribel Espinoza, quien abandonó su característico estilo diplomático para lanzar una dura advertencia al gobierno de Libertad y Refundación (Libre).
La precandidata presidencial del Partido Liberal manifestó su preocupación por las recientes tensiones diplomáticas entre Honduras y Estados Unidos, especialmente tras la amenaza de la presidenta Castro de eliminar la base militar en Palmerola.
El inusual pronunciamiento de Espinoza se produjo en medio de crecientes preocupaciones sobre las posibles represalias económicas de senadores estadounidenses, quienes han sugerido gravar las remesas enviadas a Honduras.
Esta amenaza cobra especial relevancia considerando que, según el Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), el 80% de las remesas que recibe el país provienen de Estados Unidos.
«Ahora le quieren esquilmar las remesas a los hondureños porque quieren hacer un acuerdo con China», señaló Espinoza, vinculando las tensiones diplomáticas con potenciales consecuencias económicas para miles de familias hondureñas que dependen de estos envíos.
La contundencia y el tono directo empleados por Espinoza marcan un punto de inflexión en su discurso político, reflejando la gravedad con que percibe la situación actual y sus posibles repercusiones en la economía nacional.