Tegucigalpa – La amenaza de Donald Trump de imponer aranceles del 25% a México y Canadá a partir del 1 de febrero podría desencadenar efectos negativos en cascada que alcanzarían a la economía hondureña, según advierte Amparo Canales, expresidenta del Colegio Hondureño de Economistas (CHE).
Esta medida, justificada por Trump como respuesta a una supuesta seguridad fronteriza inadecuada, podría tener repercusiones más allá de sus objetivos inmediatos.
El impacto para Honduras sería particularmente grave debido a sus estrechos vínculos comerciales con estos países. Canales señala que la imposición de aranceles podría resultar en una disminución significativa de la demanda de productos locales, lo que potencialmente conduciría al cierre de empresas y despidos masivos en el territorio nacional.
La situación se torna más compleja con la respuesta de los países afectados. Canadá ha advertido que estos aranceles serían «devastadores» para su economía, especialmente para la provincia de Ontario, centro de su industria automotriz.
Por su parte, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum mantiene conversaciones diplomáticas con Estados Unidos, enfatizando la necesidad de preservar buenas relaciones mientras defiende la soberanía nacional.
La tensión comercial se desarrolla en un contexto de creciente presión migratoria, con Trump desplegando miles de militares en la frontera tras declarar una emergencia nacional y designar como terroristas a los carteles del narcotráfico mexicanos. Esta escalada de medidas coincide con el inicio de deportaciones masivas hacia México.
La interdependencia económica entre los países americanos hace que Honduras sea particularmente vulnerable a estas tensiones comerciales, especialmente considerando su posición estratégica y sus lazos comerciales y de seguridad con todas las naciones involucradas.
La situación subraya la necesidad de diversificar las relaciones comerciales y fortalecer la economía local para mitigar posibles impactos negativos de conflictos comerciales internacionales.
