Tegucigalpa – En medio de crecientes tensiones diplomáticas en la región, la Casa Presidencial de Honduras anunció la cancelación de la cumbre virtual de emergencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), programada para este jueves. El encuentro, que buscaba abordar la crisis migratoria y las recientes confrontaciones con Estados Unidos, no logró concretar la participación necesaria de los mandatarios regionales.
La iniciativa, impulsada originalmente por el presidente colombiano Gustavo Petro y respaldada por la mandataria hondureña Xiomara Castro, surgió como respuesta a la escalada de tensiones entre Colombia y Estados Unidos, tras la negativa de Petro a recibir vuelos con deportados, lo que provocó un intercambio de declaraciones con el expresidente estadounidense Donald Trump.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, había anticipado su ausencia al encuentro, delegando la representación en su canciller, una decisión que posiblemente influyó en la participación de otros líderes regionales. Por su parte, la presencia del presidente Petro quedó en suspenso tras aparentes presiones diplomáticas estadounidenses.
La confusión en torno al evento se vio agravada por la emisión de dos comunicados diferentes por parte de la Casa Presidencial hondureña, evidenciando dificultades en la comunicación institucional y en la coordinación diplomática regional. El segundo comunicado buscó aclarar los motivos de la cancelación, aunque generó más interrogantes sobre la capacidad de respuesta coordinada de la región ante crisis hemisféricas.
«La cancelación de esta cumbre refleja los desafíos que enfrenta la región para articular respuestas conjuntas ante crisis compartidas», señalan expertos en relaciones internacionales consultados, quienes prefirieron mantener el anonimato debido a la sensibilidad del tema.
La fallida convocatoria pone de manifiesto las complejidades de la diplomacia regional y las presiones que ejercen las potencias extranjeras sobre las decisiones soberanas de los países latinoamericanos. También evidencia la necesidad de fortalecer los mecanismos de coordinación y comunicación entre los miembros de la CELAC.
Este revés diplomático ocurre en un momento crítico para la región, que enfrenta desafíos significativos en materia migratoria, seguridad y desarrollo económico. La incapacidad de concretar la cumbre virtual sugiere la urgencia de replantear las estrategias de cooperación regional y los mecanismos de respuesta ante crisis compartidas.
La situación actual deja interrogantes sobre el futuro de la cooperación regional y la capacidad de los países latinoamericanos para hacer frente de manera unificada a las presiones externas, particularmente en temas sensibles como la migración y las relaciones con Estados Unidos.