Tegucigalpa – Las políticas de empleo temporal no representan una solución viable para los hondureños que serán deportados desde Estados Unidos, según advirtió Daniel Durón, presidente de la Central General de Trabajadores (CGT). El líder sindical cuestionó la efectividad de estas medidas frente a la nueva ola de deportaciones anunciada por el gobierno estadounidense.
«Está probado que estas decisiones circunstanciales, coyunturales de reducir el ingreso de la gente, de segmentar salarios, no da ningún resultado positivo», afirmó Durón en declaraciones a RCV. El dirigente respaldó su argumento señalando que actualmente «7 de cada 10 hondureños» se encuentran en el sector informal de la economía.
En su análisis de la situación migratoria, Durón destacó un dato revelador: el 42% de los hondureños que emigran hacia Estados Unidos son universitarios que ya contaban con empleo en su país de origen. Esta estadística contradice la percepción común sobre el perfil de los migrantes y subraya que el verdadero motor de la emigración es la búsqueda de mejores ingresos económicos.
«El tema de la migración es una necesidad humana, y es una necesidad de sobrevivencia», enfatizó el líder sindical, argumentando que ni las barreras físicas ni los decretos legales lograrán detener el flujo migratorio, especialmente considerando la existencia de rutas terrestres establecidas.
La postura de la CGT pone en evidencia la complejidad del fenómeno migratorio en Honduras, donde incluso profesionales calificados y personas con empleo optan por emigrar en busca de mejores oportunidades económicas, sugiriendo que las soluciones requieren medidas estructurales más allá de empleos temporales.
