Tegucigalpa – El movimiento político liderado por Jorge Cálix ha respondido firmemente a las acusaciones de fraude electoral formuladas por su compañero de partido, Salvador Nasralla, mediante un comunicado oficial emitido anoche. La controversia surge en un momento crítico para el Partido Liberal de Honduras, evidenciando tensiones internas que podrían afectar su unidad de cara a los próximos comicios.
«Negamos rotundamente las acusaciones del señor Salvador Nasralla en contra de nuestro candidato sobre un supuesto fraude, el cual solo puede existir en la mente de un político que se siente derrotado antes de un proceso electoral», señala el pronunciamiento del grupo «Juntos por el Cambio».
En el centro de la disputa se encuentra Fabiola Abudoj, quien según el comunicado «abandonó las filas del movimiento de Salvador Nasralla recientemente para incorporarse a nuestro movimiento sin ostentar ningún cargo de elección popular ni de comisión de campaña». Esta aclaración busca desvincularse de posibles implicaciones sobre captación indebida de figuras estratégicas dentro del partido.
El documento también establece una postura clara respecto a la conducta esperada dentro de sus filas, desautorizando explícitamente «a cualquier persona que, en nombre de esta corriente o de su candidato, pretenda llevar a cabo actos irregulares que contradigan los principios morales y éticos» que definen al movimiento y a su líder.
La declaración concluye con un llamado a la unidad dentro del liberalismo hondureño, exhortando a «derrotar en las urnas toda tentativa divisionista de fuerzas ajenas al glorioso Partido Liberal de Honduras», lo que refleja preocupación por posibles fracturas internas que pudieran debilitar su posición electoral.
Esta controversia se desarrolla en un contexto político cada vez más polarizado en Honduras, donde las acusaciones de fraude electoral han sido recurrentes en ciclos electorales anteriores, generando desconfianza entre la ciudadanía hacia los procesos democráticos del país.
Los analistas políticos consideran que estos enfrentamientos entre figuras prominentes del mismo partido podrían tener repercusiones significativas en la percepción pública, especialmente entre votantes indecisos que valoran la cohesión interna como muestra de capacidad para gobernar.
