El mandatario estadounidense Donald Trump ordenó este viernes cancelar subvenciones y contratos federales con la Universidad de Columbia, por un total de USD 400 millones, tras las manifestaciones antisemitas que tuvieron lugar en su campus en 2024 a raíz de la guerra en la Franja de Gaza entre Israel y el grupo terrorista palestino Hamas.
La decisión, anunciada de forma conjunta por los departamentos de Justicia, Salud, Educación y Servicios Administrativos, responde a la “pasividad (de los directivos) ante el presente acoso a estudiantes judíos”, que quedó en evidencia entonces y por lo que, inclusive, las autoridades se vieron obligadas a renunciar.
Esta es “la primera tanda de acciones” que tomará Trump al respecto, por lo que “se espera que haya nuevas cancelaciones” que podrían alcanzar a los restantes fondos del total de los USD 5.000 millones que recibe Columbia.
“Congelar los fondos es una de las herramientas a nuestro alcance para responder a este repunte del antisemitismo, esto es solo el principio”, aseguraron las agencias con el anuncio.
Y la secretaria de Educación de EEUU, Linda McMahon, añadió: “Durante demasiado tiempo (la Universidad de Columbia) ha dejado de lado sus deberes con los estudiantes judíos en sus campus, pero hoy demostramos a Columbia y las demás universidades que no vamos a tolerar más esa espantosa pasividad”.
Varias universidades de renombre en Estados Unidos se vieron afectadas, en 2024, por una ola de manifestaciones de activistas y estudiantes pro-Palestina, que tomaron los campus en señal de reclamo por la guerra en Gaza. “Resistir hasta la violencia”, “Más de 100.000 muertos, Columbia tus manos están rojas” y “No cruces el piquete, debemos honrar a Palestina” eran algunos de los lemas que se escuchaban en los cantos y se leían en los carteles, mientras que monumentos y ventanas quedaron manchados de rojo en representación de la sangre de las víctimas de la guerra o cubiertos con banderas palestinas.
En algunos casos, las manifestaciones escalaron con intimidaciones, amenazas, agresiones físicas y restricciones de acceso a las instalaciones académicas, por lo que requirieron la intervención de las fuerzas de seguridad.
El entonces presidente Joe Biden convocó a los rectores de estas universidades al Congreso donde, ante la imposibilidad de justificar su inacción por los hechos, se vieron obligados a apartarse de sus puestos.
En el último tiempo, la intensidad de estos episodios disminuyó significativamente, aunque, de todas formas, al asumir el cargo, Trump ordenó a los respectivos gabinetes que reanuden las investigaciones sobre lo ocurrido y tomen acciones al respecto, en línea con su nueva agenda.
Así, estableció la creación de un grupo operativo encargado de detectar denuncias por comportamientos antisemitas que no hayan recibido una respuesta satisfactoria por parte de los directivos universitarios, y firmó una orden ejecutiva para deportar a estudiantes extranjeros que hayan participado en estas manifestaciones -que vinculó a Hamas- o que lleven adelante actos de “vil discriminación antisemita, vandalismo y violencia” en las aulas.
